BARCELONA, España.- En la previa se habló tanto. Que habían perdido la magia, que Lionel Messi estaba deprimido y hasta que se habían quedado sin ganas de ganar. Esta y tantas estupideces quedaron sepultadas ayer apenas cinco minutos después de que empezó el partido entre Barcelon y Milan. Lo cierto es que los catalanes necesitaban una buena diferencia de goles para acceder a los cuartos de final de la Liga de Campeones de Europa. Y para abrir el camino, el rosarino le sacó música a la pelota, después de una pared Xavi, y difinió como los dioses. O mejor dicho, como Diego Maradona ante Grecia en la Copa del Mundo de Estados Unidos 1994.
Es inevitable comparar a Messi con Maradona y aunque la "Pulga" no deje de sorprender con la cantidad de recursos técnicos para convertir goles, en este caso el "Diego" lo hizo primero.
En aquel mediodía del 21 de junio, en el Foxboro Stadium de Boston, Maradona desenmarañó una pared entre él, Claudio Caniggia y Gabriel Batistuta, para acomodarla con la zurda al ángulo derecho del arco defendido por el griego Antonis Minou. Ese fue el último gol del "Diez" en un Mundial.
Ayer, Messi se vistió otra vez de héreo y definió "a lo Maradona" para que Barcelona vuelva a creer que el sueño de ganar otra "Champions" es posible. LA GACETA