CARACAS.- Con el nombramiento de Jorge Arreaza, yerno y ministro del fallecido ex mandatario Hugo Chávez, como vicepresidente en el primer acto tras su juramentación como presidente encargado, Nicolás Maduro ratifica su confianza en el círculo más cercano del desaparecido líder bolivariano.

Arreaza se desempeñaba como ministro de Ciencia y Tecnología y es esposo de Rosa Virginia Chávez, la hija mayor del líder bolivariano, fallecido el martes tras perder la batalla contra el cáncer que le fue detectado por primera vez a mediados de 2011. "Queremos anunciar como primer acto de Gobierno que hemos decidido designar para el cargo constitucional de vicepresidente ejecutivo al compañero Jorge Arreaza", dijo Maduro en su acto de juramentación ante la Asamblea Nacional (Congreso unicameral).

Al ser juramentado, Arreaza agradeció el gesto a Maduro pero fue más enfático en su compromiso por continuar con el legado de Chávez. "No solo lo juro, camarada Nicolás, presidente, lo juro como lo juré al comandante en los últimos minutos y segundos de vida cuando le pedí que se fuera tranquilo y le juré en nombre de todo un pueblo que nosotros culminaríamos la lucha del libertador Simón Bolívar", aseguró Arreaza al jurar como vicepresidente.

El chavismo de base aplaude el nombramiento de Arreaza, más por su trayectoria y lealtad con Chávez que por sus vínculos sanguíneos. "Era un hombre muy cercano y muy fiel al presidente Chávez, tanto así que lo eligieron vicepresidente", estimó Fernando Mujica, un obrero de 30 años que se encontraba en la céntrica Plaza Bolívar de Caracas, un sitio de reunión de los fieles del chavismo. "Más que decir porque era su yerno, o era un familiar cercano, era un hombre de confianza. Consideramos nosotros, la mayoría que sigue la revolución bolivariana, que Arreaza es uno de los mejores hombres para ocupar el cargo de vicepresidente", manifestó Fernando Venta, un constructor de 40 años. Y todos coincidieron en que votarán por Maduro en los venideros comicios presidenciales, cuya fecha todavía no se ha definido, para hacer respetar la última voluntad de Chávez.

Maduro cumplió ayer su primer día al frente de la presidencia con una agenda plagada de actos de Estado pero sin olvidar el legado del líder bolivariano. Fue juramentado el viernes como presidente encargado ante la Asamblea Nacional donde la minoritaria bancada opositora se negó a asistir para evitar legitimar un acto que tildaron de "fraudulento".

El fallecido mandatario había nombrado a Maduro como su sucesor político en el último discurso televisivo que realizó en diciembre, cuando tuvo que partir a Cuba tras habérsele detectado la recurrencia final de su enfermedad.

Pero la toma oficial del poder por parte de Maduro fue criticada por Henrique Capriles, quien perdió contra el oficialismo en la votación de octubre por un amplio margen, aunque hizo la mejor elección de la oposición en la era chavista. El gobernador del Estado de Miranda indicó que la jura como presidente interino fue un fraude, argumentando que según la Constitución la falta absoluta del fenecido presidente debe ser cubierta por el jefe de la Asamblea Nacional, Diosdado Cabello. "Es una juramentación espuria completamente. A Nicolás nadie lo eligió presidente", sentenció el líder opositor.

Haciéndose eco de viejas denuncias de la oposición sobre ventajismo electoral chavista, Capriles cuestionó además una resolución del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) que estableció que Maduro no necesita renunciar como presidente encargado para ser candidato

Maduro, un ex chofer de autobús y militante de larga data, será el candidato del oficialismo que buscará continuar con la revolución socialista que lleva 14 años en el poder, e intentará inaugurar la era post Chávez a caballo de la masiva demostración de apoyo que generó la muerte del mandatario y que continúa en las calles y plazas del país.. (DPA-Reuter)