"¿En qué piensan cuando hablan de justicia?", preguntó la docente. Las respuestas llegaron tímidamente, pero seguras: verdad, igualdad, equidad, armonía, orden, imparcialidad... y los alumnos no se callaban. "Todas están bien. La Justicia es una virtud fundamental, en su ausencia no puede haber Estado de Derecho. De todas formas nos encontramos con la imposibilidad de darle un concepto acabado. Pero a eso lo irán descubriendo ustedes", aclaró una de las profesoras de las clases que se incluyen en la Jornada de Ambientación de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la UNT.

Tanto justicia, como ética y moral son los conceptos que más se transmiten a los futuros estudiantes de las tres carreras de la unidad académica: Procuración, Notariado y Abogacía.

"En estas clases me convencí. Vine a estudiar Abogacía por pedido de mis padres. Pero a medida que nos iban explicando cuál es el camino y los conceptos que debe tomar un profesional empecé a escuchar ideas que antes no compartía. Pensaba que era un ambiente hipócrita. Puede serlo, pero ahora veo otra parte, y aún me falta explorar más sobre ello", comentó la alumna Gimena Paz Rojas a la salida de una clase.

La coordinadora académica Paula Ranieri, comentó a LA GACETA que el ciclo también sirve para que los jóvenes conozcan las nuevas instalaciones, ubicadas en 25 de Mayo 471. Allí cursarán el segundo año. La restauración del inmueble fue inaugurada en octubre de 2012.

Otro de los objetivos que se trazaron en la Facultad es evitar la deserción temprana. "Todos los años tenemos un alto número de abandonos, por eso la implementación de este curso y del sistema de Tutorías son esenciales. Este año tenemos una baja en la inscripción; hasta el momento se inscribieron 1.200 alumnos divididos en 12 comisiones. Otros años se anotaban cerca de 7.000", informó Ranieri.

La secretaria académica de la Facultad, Nélida Escudero, precisó que se nota un 10% menos de aspirantes respecto al promedio del año pasado, que eran unos 300 por día. El número bajó a 230 (las inscripciones aún no han cerrado -ver recuadro-). "Esto puede traducirse en que la universidad ofrece muchas opciones; pueden elegir carreras científicas, como otras cortas con salida laboral rápida", indicó.

La base de la formación
"Aunque en esta ambientación nos enseñaron de qué se trata, lo tenemos claro desde que queremos estudiar Abogacía: la ética para el abogado es lo más importante. Es la base de su formación y su desempeño como profesional", coincidieron los estudiantes María de la Paz Altamirano y Pablo Zelaya, ambos de 17 años.

La secretaria académica resaltó que durante esta etapa es valioso explicarles a los jóvenes de qué se trata la vida universitaria y qué función cumplirán cuando se reciban, más allá de las lógicas prácticas profesionales.

"Ellos deben tener en cuenta -destacó Escudero- que los abogados integran uno de los poderes del Estado. Nadie puede ser juez si no es abogado. Nadie puede otorgar la Fe Pública si no es escribano. Por ello, la ética es fundamental para todos nosotros. Acá se forman profesionales, pero también personas".