El programa de Tutorías, que se realiza por segundo año consecutivo en la Facultad de Derecho, asiste a los estudiantes de diferentes años de las carreras para facilitarles el tránsito de un plan de estudio a otro (actualmente conviven con el plan 77 y el de 2000). También acompañan a los ingresantes a integrarse en la vida universitaria, tanto en lo académico como en los servicios. La universidad pretende con este sistema bajar el nivel de deserción y lograr mejores resultados académicos.

"Lo primero que necesitan es orientación en tiempo y espacio: es una Facultad muy masiva y al mismo tiempo dispersa. Se dictan clases en la Quinta Agronómica, en los dos edificios de la calle 25 de Mayo y en las oficinas administrativas de calle Muñecas. También les explicamos cuestiones operativas, como la forma de anotarse en las comisiones y el sistema de autogestión que tenemos a través de Internet. Otras consultas que surgen son el tipo de bibliografía que les conviene utilizar, formas para estudiar y organizarse, entre otros temores e inquietudes", explicó a LA GACETA María del Carmen Negro. Junto a Fernando Ganami y Patricia López coordinan los grupos del Programa Institucional de Tutorías en Derecho.

Por otra parte, Negro contó que también se busca solucionar problemas de los jóvenes recurriendo a profesionales de otras áreas de la universidad, como de las Facultades de Filosofía o Psicología, y con personal de ASPE (Acción Social para Estudiantes). El aula virtual de la UNT es otro espacio de trabajo y consulta para el sistema de Tutorías, ya que sirve para establecer un canal fluido de comunicación.

El equipo de trabajo está formado por un tutor docente, un aspirante a la docencia (ayudante de cátedra y abogado) y un tutor par (estudiante de último año). Ese plantel tiene a su cargo un grupo de 15 a 20 alumnos.

"El año pasado fue una experiencia piloto. El sistema se implementó gradualmente. En la actualidad ya funcionamos a pleno", explicó Negro, que es a la vez jueza y tutora.