Corrían apenas 12 minutos del entretenido partido entre Lastenia y Amalia. Un golazo de chilena de Raúl Meija acababa de poner a los "villeros" en ventaja, y el asistente Daniel Décima, corría hacia la mitad de cancha cuando, tras detenerse para anotar el tanto en su libreta, un petardo explotó a su lado. Inmediatamente, el asistente se agarró el oído izquierdo y sus rodillas tambalearon. El árbitro Nicolás Nanterne Giacchino corrió hasta él, al igual que el médico, los jugadores y los policías que rodeaban el lugar. La escena, tantas veces repetida, tuvo el final que se merecía: el partido fue suspendido. De inmediato, el 80 % del estadio comenzó a insultar con cánticos al sector desde donde provino el explosivo.

La interrupción se produjo a las 18.13, pero la terna arbitral recién pudo retirarse alrededor de las 20, custodiada por los efectivos policiales. Para entonces, Décima ya había sido trasladado al Centro de Salud, donde se le diagnosticó traumatismo de oído. Allí, LG Deportiva pudo hablar con él.

"Algo explotó al lado de mi oído izquierdo, sentí un zumbido fuerte y me flaquearon las piernas. Fue una sensación muy fea. Cuando llegó al vestuario, vomité y me salía agua del oído. Ahora estoy un poco mejor, pero el lunes me haré estudios", apuntó Décima.

En tanto, el árbitro Nanterne Giacchino expresó: "mi asistente, no se encontraba en condiciones de seguir, debido a que estaba mareado, su oreja de color rojo y luego sufrio vómitos. Más allá de lo que dictamine el médico, el reglamento es claro: cuando alguien no está en condiciones de seguir, se debe suspender el partido", sentenció el juez principal, mientras redactaba el informe. Ahora, la última palabra la tendrá el Tribunal del Consejo de AFA. Lastenia, por culpa de un inadaptado, podría sufrir graves consecuencias.