Un médico forense de Nueva Zelanda concluyó que tomar Coca Cola en exceso fue determinante en la muerte de una mujer de 30 años que sufrió un paro cardíaco. Natasha Harris bebía entre seis y 10 litros de gaseosa por día. Era madre de ocho niños y había perdido los dientes. Era adicta y llegó a sufrir incluso síndrome de abstinencia.
El juez de instrucción David Crerar explicó que si bien Natasha Harris falleció en febrero de 2010 a causa de una arritmia cardíaca, fue su hábito de beber esa gaseosa el que la empujó a la muerte.
El juez dijo que el consumo de 10 litros de Coca Cola equivale a 970 gramos de cafeína y más de un kilo de azúcar, lo que es perjudicial para la salud. Aún así, indicó que la empresa "no puede ser responsabilizada por la salud de los consumidores que beben cantidades insalubres de este producto".