El jolgorio empezó ayer a las 12 en la calle Kleverstrasse, y recorrió el casco antiguo de Dusseldorf (Alemania). Durante cinco horas la ciudad se olvidó de las reglas. Carrozas decoradas y más de 5.000 disfrazados desfilaron junto a 50 grupos musicales y 800 policías frente a cerca de un millón de entusiastas que salieron a la calle a celebrar. Al final de la fiesta, al borde del camino quedaron muchas cosas: casi 40 toneladas de caramelos, montañas de serpentina y papel picado, en total, casi 60 toneladas de basura. ¡Pero quién les quita lo bailado!