ROMA, Italia.- El Papa Benedicto XVI abandonará el Pontificado el próximo 28 de febrero. La noticia, difundida por la agencia de noticias italiana Ansa, la ha comunicado el propio Sumo Pontífice en latín, esta mañana, durante la ceremonia de canonización en el Vaticano de 800 mártires italianos y dos beatas latinoamericanas.

En un comunicado citado por Reuters, el Papa dijo que ya no tiene la fuerza suficiente debido a su edad para seguir en el cargo. El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, ratificó la información: "ha anunciado que renunciará a su ministerio a las 8 de la tarde del 28 de febrero", dijo, citado por France Presse.

A partir de ese momento comenzará el período de sede vacante hasta la elección de un nuevo Papa. El anuncio del cardenal Joseph Ratzinger, que accedió al papado como Benedicto XVI, apenas tiene precedentes en la historia.

La renuncia venía planeando, al parecer, desde que, hace dos años, admitiera la posibilidad durante una entrevista con Peter Seewald: "cuando un Papa alcanza la clara conciencia de no estar bien física y espiritualmente para llevar adelante el encargo confiado, entonces tiene el derecho y en algunas circunstancias también el deber de dimitir".

Los rumores de la dimisión del Papa se hicieron aún más insistentes durante el escándalo Vatileaks, la fuga masiva de documentos privados que pusieron en evidencia las luchas de poder en el Vaticano.

Los achaques del Papa
Ratzinger sufrió en 1991 un ictus, y con anterioridad ya padeció complicaciones cardiovasculares.

Además, tiene problemas de hipertensión. Muchos consideran que fue ésa la causa del posible desmayo que sufrió en 2009 durante unas vacaciones en las montañas del Valle de Aosta y que hizo que se rompiera la muñeca derecha.

Incluso, Ratzinger sigue una dieta rigurosa y los médicos le han prohibido poner el pie por encima de los 2.000 metros de altitud. Es por ello por lo que los dos últimos años ha renunciado a pasar los veranos en la montaña para quedarse en Castel Gandolfo.

Según Elmundo.es, además de los problemas de corazón, apenas ve por el ojo derecho, sufre un 50% de artrosis en la cadera derecha, padece hipertensión, camina con bastón y utiliza una plataforma con ruedas empujada por empleados del Vaticano para desplazarse por la Basílica de San Pedro.

En su discurso, el papa, de 85 años, dijo que siente el peso de la tarea que lleva a cabo, que ha meditado largamente su decisión y que finalmente la ha tomado por el bien de la Iglesia. El decano del colegio cardenalicio, Angelo Sodano, calificó el anuncio de "un rayo en medio de un cielo despejado".

Ayer, Ratzinger había lanzado un mensaje en su flamante cuenta oficial de Twitter: "Confiemos siempre en el poder de la misericordia de Dios. Todos somos pecadores, pero su gracia transforma y renueva nuestra vida". (repubblica.it- corriere.it -lastampa.it/  Ansa-Reuters-Efe)



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