BERLÍN.- La ministra de Educación de Alemania, Annette Schavan, renunció ayer a su cargo acosada por un escándalo de plagio en su título de doctorado, en un nuevo revés para la canciller, Ángela Merkel, a sólo siete meses de las elecciones generales llamadas par el 22 de setiembre.

Schavan era ministra desde que Merkel llegó al Gobierno en 2005 y se había convertido en una de las figuras de su mayor confianza. Ambas políticas cristianodemócratas (integran el CDU) mantenían además una estrecha amistad personal, como demostraron al comparecer juntas para comunicar la noticia. "Me presentó su renuncia y la acepté con gran pesar", anunció la mandataria en Berlín, para luego elogiar los logros de la dimitente en los 17 años de carrera vinculada a la educación y la ciencia y le agradeció "de corazón" que antepusiera "el interés y el bien general a su interés personal".

La decisión fue tomada cuatro días después de que la Universidad Heinrich-Heine, de Düsseldorf, le retiró el doctorado en Ciencias de la Educación que había obtenido en 1980, al considerar que "engañó deliberadamente" al copiar fragmentos del trabajo.

Schavan se convirtió así en el segundo miembro del gabinete de Merkel forzado a renunciar por plagio, después de que en 2011 ya lo debió hacer el entonces ministro de Defensa, Karl-Theodor zu Guttenberg. Conocida por su férrea defensa de una educación de excelencia sobre bases pragmáticas y conservadoras, la propia Schavan fue entonces una de las críticas más duras con Guttenberg.

"Las acusaciones me afectan profundamente. El cargo no puede quedar dañado", afirmó Schavan, quien volvió a negar haber hecho trampa y adelantó que recurrirá la decisión de la universidad. La cartera quedará en manos de la ministra de Ciencia de Baja Sajonia, Johanna Wanka.

La población alemana se mostró dividida: según una encuesta publicada ayer, el 49% de los consultados consideraba que debía renunciar, pero el 34% era partidario de que siguiera en el cargo. Para los comicios, Merkel mantiene una intención de voto del 39% en los sondeos, diez puntos más que su rival socialista Peer Steinbrück, quien viene creciendo en el respaldo popular. (DPA)