En el Hospital de Garmendia trabaja una cooperativa formada por albañiles y personal de maestranza, que denunció que a sus integrantes les deben dos meses de sueldo. Algunos aseguraron que trabajan hace más de cinco años en esa condición y reclamaron que -por esa condición de empleo- no pueden acceder a beneficios sociales ni jubilatorios. "Cobramos $ 2.400 mensuales, pero a pesar del tiempo que llevamos trabajando nos siguen teniendo en negro. Ni siquiera tenemos boletas de sueldo", protestó Ramón Cruz, que es albañil y se ocupa del mantenimiento del hospital.
Por otra parte, Ivana Suasnábar y Eliana Brandán, que integran la misma cooperativa que Cruz, explicaron que se ocupan de la limpieza del hospital. "Trabajamos hace un año en este lugar y en este tiempo en el que estuvimos sin cobrar nos amenazaron diciéndonos que sí no veníamos a trabajar, nos iban a despedir y nos decían que no denunciemos", afirmó Suasnábar. En este sentido, Brandán remarcó que las autoridades del hospital les decían que si no cumplían con su horario de trabajo iban a ser suspendidos.
Otra de denuncias realizadas por los cooperativistas (los albañiles) es que los llevaban a trabajar a Piedrabuena -una localidad cercana a Garmendia- y, según los trabajadores, no les corresponde hacer ese trabajo. Además, dijeron que los trasladaban en la única ambulancia que tiene el hospital.
La directora del hospital, Mercedes Páez, reconoció que los obreros fueron trasladados en la ambulancia. "Esa situación se dio sólo en octubre", justificó. "Se está ampliando el CAPS de Piedrabuena, que pertenece al área de cobertura del hospital. Y, como la ambulancia todos los martes buscaba a la bioquímica que recoge muestras en ese lugar, aprovechábamos el viaje de ida para llevar a los obreros", agregó. A su vez, dijo que la suspensión en el pago de sueldos se debe a que la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) había suspendido a la cooperativa. "El Siprosa ya depositó el dinero. Cuando se resuelva ese problema, se pagarán los sueldos", concluyó.