Mario Leito, presidente de Atlético, se mostró golpeado. "Evidentemente ya está todo acordado y quedan pocas gestiones por hacer", comentó al entender que no hay muchas alternativas para que Santa Mónica, empresa que organiza el torneo, decida que Catamarca no sea el escenario del clásico tucumano por la Copa Argentina.

El directivo "decano" viajará a Buenos Aires en las próximas horas para buscar que se produzca un milagro. "Los catamarqueños y los organizadores del certamen tienen todo acordado para que el partido se dispute en esa provincia. De todas maneras, haremos un planteo para que se tomen todos los recaudos necesarios para evitar que se registren incidentes. Tenemos que proteger a los hinchas", comentó el directivo.

En La Ciudadela, los dirigentes de segunda línea comparten el criterio, pero no fijaron postura oficial, ya que por estos momentos están ocupados en resolver la crisis que se desató por el presente deportivo del equipo.

Sí está confirmado que los directivos de los dos clubes grandes de la provincia dejarán bien aclarado que no tendrán nada que ver con la organización. "No queremos tener inconvenientes si es que se llegaran a registrar algún tipo de incidente. Esperemos que no suceda nada, pero por las dudas vamos a dejar constancia de que puede haber problemas, ya que ambas parcialidades deben viajar por la misma ruta", agregó Leito.

Los hinchas no se quedaron callados. A través de las redes sociales fijaron dos posturas. Por un lado aparecieron los que anunciaron que estarán presentes en Catamarca y los que iniciaron una campaña para que nadie viaje como protesta de que el duelo no se juega en la provincia.

Si bien es cierto que los colores los enfrentan, referentes de las dos barrasbravas calificaron que es una locura que el encuentro se dispute en tierras catamarqueñas. "Nos pueden llevar bien custodiados, pero ¿qué pasará con los hinchas comunes? Si algo pasa, los responsables seremos nosotros. Este un partido entre tucumanos y debe jugarse en Tucumán", advirtió un hincha "decano".