FLORIANÓPOLIS.- En cuatro días de ataques nocturnos, la Policía Militarizada del Brasil contabilizó 19 vehículos incendiados (14 de ellos eran colectivos) y cinco atentados contra edificios de la seguridad pública, uno contra la sede de la alcaldía de Florianópolis y varios basureros destruidos en una decena de ciudades del sureño estado de Santa Catarina, según publicó ayer el portal en Internet del diario Folha de Sao Paulo.

Se trata de la segunda ola de violencia urbana que sufre la región en menos de tres meses y afecta a Florianópolis, Camboriú, Itajaí, Jaraguá do Sul, Joinville, Criciúma, Gaspar, Camboriú, Palhoça y Laguna, que son algunos de los principales polos turísticos del país. La situación alteró la rutina de las urbes afectadas. El transporte público, por ejemplo, fue suspendido el viernes en algunas líneas de la capital, lo que provocó malestar y ocasionó molestias a los usuarios.

La primera escalada violenta en Santa Catarina ocurrió en noviembre, cuando se registraron 68 ataques en 17 ciudades, cometidos en forma simultánea a los que tuvieron lugar en San Pablo y su región metropolitana.

El secretario de Seguridad Pública de Santa Catarina, César Grubba, atribuyó los atentados a grupos del crimen organizado instalados en el Estado, entre ellos el Primer Grupo Catarinense (PGC), cuyos integrantes son presos del penal de Sao Pedro de Alcântara, localizado a 30 kilómetros de Florianópolis. "Estamos atentos y preparados para un combate efectivo", asevero. Agregó que esta situación son una reacción de los delincuentes ante su "acción fuerte y efectiva contra el crimen".

Un joven de 19 años resultó herido con quemaduras en rostro y cuello y está internado, cuando el ómnibus en el que viajaba fue incendiado. (DPA)