Para el fotoperiodista serbio Goran Tomasevic, que capta con su cámara la tragedia de la guerra en Siria, es un manifiesto cotidiano la máxima acuñada por el gran Robert Cappa "Si tus fotos no son buenas, es que no estás suficientemente cerca". Ayer, con su lente gran angular, en medio del fuego cruzado de los rebeldes y el Ejército sirio en un barrio de Damasco, Tomasevic registró en varias tomas el enfrentamiento entre dos milicianos sirios y las fuerzas de Bashar Al Assad, y la postrer muerte de uno de los dos rebeldes bajo las balas militares. Literal, registrarle la cara a la muerte.
En el campo de batalla, la cámara es testigo y registro de la muerte en vivo y en directo
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