MADRID.- Las estrellas faltaron a la cita y el mundo futbolero lo sufrió. Messi y Ronaldo estuvieron con la pólvora mojada y el show al que nos tiene acostumbrado el derby español quedó para otra ocasión.

Los héroes amenazaban con llevarse una vez más todos los flashes e invitaban a ver un espectáculo de alto voltaje. Messi, con 32 goles en la Liga, quería destronar a Alfredo Distéfano como máximo anotador de la historia del clásico. Pero por ahora, se quedó con las ganas.

Real Madrid y Barcelona igualaron 1 a 1, por la ida de una de las semifinales de la Copa del Rey, y todo se definirá en el Camp Nou.

Ni el desarrollo fue el que todos suponían. El fútbol champagne faltó a la cita. Presión, marca y mucha fricción fueron los valores que dominaron la escena en el estadio Santiago Bernabéu.

El Madrid intentó golpear primero y sacar, aunque más no sea, una pequeña luz de ventaja de cara a la revancha que se jugará el 27 de febrero en Barcelona. Pero falló las que tuvo y lo pagó.

En el arranque del complemento, Messi apuró al fondo "merengue" y punteando la bola habilitó a Ces Fábregas, que no perdonó: 1 a 0 para el Barsa y a otra cosa.

De ahí en más, los del DT interino Jordi Roura comenzaron a dominar el juego y el mundo parecía venirse abajo para los locales. Pero se olvidaron de matar a su enemigo y lo terminaron sufriendo. A 10 minutos del final, el juvenil francés Raphael Varane ganó en el área "culé" y empató el juego.

Al partido de vuelta, Barcelona llegará con ventaja. El gol de visitante le da un plus extra, auque nada está definido. Si los monstruos vuelven a escena, todo puede pasar en el Campn Nou.

Hoy, por la otra semifinal, Atlético de Madrid, dirigido por Diego Simeone recibirá a Sevilla. (Especial)