No bien el proyecto comenzó a echar raíces, surgió la idea de devolverle la visita al seleccionado de Antofagasta, al que después de todo debía su existencia. Pero ya no bajo la forma de un combinado, sino la de un seleccionado. Es decir, integrado por los mejores jugadores del Desarrollo y no cinco de cada club como era al principio.

Sin embargo, llevar la idea al plano de los hechos exigía un enorme esfuerzo de todo el rugby del interior. Por eso, los clubes organizaron diversas actividades para juntar fondos y ayudar a sus jugadores convocados a costear el viaje.

Así fue que a fines de noviembre se concretó la gira a Chile, la primera en la historia del equipo. Y no tardaron en comprender que todo había valido la pena.

"Fue una experiencia espectacular. Los chicos, acostumbrados a jugar en canchas difíciles, se encontraron de pronto entrenando en una de césped sintético. Cómo será que les gustó que terminamos la práctica un rato antes de lo previsto, ¡y en lugar de irse a recorrer la ciudad se quedaron todos entrenando!", comparte José Rubino. Marcos Zakelj, tercera línea de Tafí Viejo, legitima cada una de las palabras de su entrenador. "Nosotros estamos acostumbrados a hacer todo a pulmón. En cambio, en la gira no teníamos que hacer nada. Era como un 'no se preocupen, ya está todo hecho, disfrútenlo'. Pudimos sentir lo que sienten los profesionales. A las 8 nos despertábamos todos, nos íbamos a dormir temprano, a la noche se apagaban los celulares...", cuenta.

"Y eso que hay algunos a los que si les sacás el whatsapp se mueren", completa Esteban Paz, entre risas. El fullback de Tafí Viejo asegura que durante el viaje se sintió un Puma: "es que era todo muy profesional. La forma en la que nos trataron, el hotel donde nos hospedamos, el hecho de desayunar todos juntos, que nos trasladaran hasta la cancha para entrenar... nunca antes había tenido una experiencia así".

No hay caso. Ninguno parece quedar del todo satisfecho con su explicación del tema. Como si las palabras no tuvieran virtualidad suficiente para reflejar lo vivido en Antofagasta. Resulta más que entendible, si se tiene en cuenta que muchos de ellos, la gran mayoría, hace un par de años ni siquiera sabía lo que era el rugby.