Cuando creían que habían cometido el robo perfecto, cayeron en las redes de la Policía y dos de los cuatro individuos quedaron aprehendidos. Ocurrió en San Pedro de Colalao y se trata del segundo hecho delictivo denunciado en esa villa veraniega desde que comenzó la temporada, según aseguró el segundo jefe de la Unidad Regional Norte, comisario Mario Rojas.

El sábado a la tarde, un integrante de la familia Colombres Garmendia dejó una bicicleta en la puerta de la casa que tienen en calle España. Un rato después, cuando salió a buscarla, ya no estaba ahí. "Es una bicicleta negra, con el manubrio blanco, rodado 26, marca Diamond y está valuada en $ 15.000", precisó Rojas.

Cuando la víctima hizo la denuncia, el jefe de la comisaría local, Teófilo Rodríguez, ordenó que se ponga en marcha un intenso operativo en toda la villa y sus alrededores; incluso se envió la descripción de la bicicleta al personal de la terminal de ómnibus para que estén alertas a la aparición de un rodado de esas características.

Al caer la noche, el propietario del rodado había perdido todas las esperanzas de recuperarlo. Sin embargo, a la madrugada, el comisario Rodríguez recibió un llamado de la terminal. Un grupo de chicos que pretendían viajar en el primer colectivo del domingo habían guardado una bicicleta con las mismas características descriptas en la bodega. Para comprobar si se trataba del rodado robado, demoraron la salida del ómnibus, que tenía como destino San Miguel de Tucumán.

Una comisión policial se trasladó a la terminal, revisó el cargamento del micro y comprobó que la bicicleta coincidía a la perfección con la denunciada. Ante tantas semejanzas, el chofer subió al colectivo y preguntó quién era el dueño de la bicicleta. "Somos nosotros", dijeron cuatro jóvenes a la vez. Entonces les pidieron que bajaran y los llevaron a la comisaría, donde les leyeron la denuncia y no pudieron negar el robo.

Cuando los uniformados le informaron el hecho a la Fiscalía de Feria, se ordenó que dos de ellos quedaran aprehendidos. Se trata de un tal "Mojarrita" y su amigo "Zancudito", ambos de 20 años y domiciliados en la capital. Los otros dos jóvenes, en tanto, fueron entregados a sus padres por tener 16 y 17 años.

Según afirmó el comisario Rojas, en la villa sólo denunciaron un robo anterior al de la familia Colombres Garmendia y también fue una bicicleta, que la Policía logró recuperar.