BUENOS AIRES.- Empresarios y gremialistas fijaron ayer sus respectivas posiciones de cara a las futuras negociaciones salariales en el marco de las paritarias de este año, con críticas de los primeros a la "politización" de los reclamos y una coincidencia de las dos CGT en torno al 25% de aumento como piso para las discusiones.
Las posturas fueron expresadas por el presidente de la Unión Industrial Argentina (UIA), José Ignacio de Mendiguren, el secretario general de la CGT opositora, Hugo Moyano, y el titular de la Unión Obrera Textil, Jorge Lobais, alineado con la fracción oficialista.
De Mendiguren admitió que su referencia a la posible gestación de un "Rodrigazo" formulada días atrás "no fue feliz", aunque advirtió sobre las consecuencias de la "politización" en los reclamos de los diferentes sectores sindicales.
"Lo peor que puede pasar es que yo pido (un ajuste de salarios) porque pidió el otro (gremio), y como está en una interna conmigo, trato de posicionarme (ante los trabajadores) pidiendo más: esto nos hace mal a todos", señaló el dirigente fabril en Radio 10.
Al respecto, Moyano dijo por la misma emisora que "los empresarios buscan meterle miedo a la sociedad" y agregó que "quieren que el salario de los trabajadores pierda poder adquisitivo". "Yo creo que dicen esto para asustar a la sociedad. No podemos hablar del 'Rodrigazo' como se dio en su momento, pero si tomamos la situación actual, se está poniendo en funcionamiento hace un tiempo. Por eso, el Gobierno tiene que tener sumo cuidado con el tema de la inflación", enfatizó.
El dirigente camionero señaló que se reunió con referentes de distintos gremios y que la mayoría discutirá en paritarias "desde una base de aumento del 25%".
El denominado "Rodrigazo" fue un plan de ajuste ejecutado en junio de 1975 por el entonces ministro de Economía, Celestino Rodrigo, por el que se aplicó un fortísimo aumento de tarifas de servicios públicos y una profunda devaluación de la moneda.
Moyano remarcó que si no hay respuestas a los distintos reclamos gremiales "la cosa va a tender a endurecerse" y aseguró que "eso depende de quienes tienen que dar respuestas". La CGT opositora al gobierno se reunirá mañana para insistir con sus reclamos de una base del 25% de aumento salarial en paritarias y aumentar el piso para tributar en el Impuesto a las Ganancias.
Por su parte, Lobais criticó a la dirigencia empresaria en general y a De Mendiguren en particular porque, aseguró, "genera aumento de precios y después quiere discutir salarios por dos años".
"No es la primera vez (que hace este mecanismo), así que no nos vamos a sorprender", sentenció Lobais. En declaraciones por Radio Mitre, el gremialista dijo que "sería terrible y no es muy acertado" decir que la actual negociación paritaria podría derivar en un nuevo "Rodrigazo" y afirmó que Mendiguren, que fue quien lo advirtió, "siempre tiene una salida de cowboy".
Al respecto, De Mendiguren reconoció que su alusión a ese ajuste que signó al último tramo de la Presidencia de María Estela Martínez de Perón "no fue feliz", pero a su vez planteó "el problema que puede traer la politización (de las negociaciones colectivas de 2013) por distintos sectores gremiales, que hoy se encuentran divididos en la discusión salarial".
El líder de la Unión Industrial consideró que "hubo períodos donde nos parábamos en la redistribución (social a partir del ajuste de salarios) y ahuyentábamos la inversión" que podían hacer las empresas. Al respecto, evitó hablar del 25% de ajuste que estarían reclamando los gremios como piso para este año y consideró que desde el sector privado prefieren no hablar de cifras.
Postergación
En tanto, el Ministerio de Trabajo, La Bancaria y los empresarios de esa actividad se reunirán mañana para terminar de definir los alcances del acuerdo salarial "trimestral preparitario" que acordaron trabajadores y empleadores la semana pasada. El encuentro fue postergado 48 horas a pedido del sindicato, si bien referentes del gremio que encabeza Sergio Palazzo y de las cámaras del sector se reunieron ayer en la sede del Ministerio a cargo de Carlos Tomada para "preparar" el encuentro de mañana. Por el acuerdo, los empleados de los bancos públicos y privados percibirán $ 1.444 remunerativos por enero, febrero y marzo más una compensación no remunerativa por única vez de $ 770. Poco después de darse a publicidad ese acuerdo, el Ministerio de Trabajo advirtió que se informó por medio de "versiones periodísticas" y advirtió que solamente homologa acuerdos salariales por un año como mínimo. Como el entendimiento fue de alcance trimestral, la advertencia fue interpretada como una posible nulidad del acuerdo, pero tanto sindicalistas como banqueros señalaron que lo acordado no constituye una paritaria en sí misma sino que es un pago "a cuenta" de lo que se resuelva por los canales formales.(DyN)