Las personas que viven en la comuna de San Javier afirman que reciben respuestas precarias en lo referido a salud pública. Según le dijeron a LA GACETA, durante el año hay solamente un pediatra, que va dos días por semana al Centro Integral Comunitario (CIC), y no hay médicos de otras especialidades. Incluso, sostienen que el médico de guardia está de vacaciones. Es decir que hasta el 4 de febrero no tendrán ningún especialista en la comuna que los pueda auxiliar.

"Acá ni siquiera tenemos una ambulancia. La que había se rompió en un accidente, la llevaron a reparar pero nunca la trajeron, y tampoco pusieron otra para cubrir a villa", aseguró Susana Clelia del Carmen Toledo. Esta vecina tiene un hijo de 16 años que, un mes y medio atrás, sufrió la fractura de un brazo. Toledo contó que, como no recibió respuestas en el CIC, tuvo que trasladar al menor en el vehículo particular de un vecino.

"Nos acercó hasta la rotonda de la (avenida) Solano Vera, de Yerba Buena. Caminamos hasta el (Centro Asistencial) Carillo, pero ahí tampoco nos atendieron. Había dos ambulancias, pero no lo quisieron trasladar y me dijeron que para hacerlo se tendrían que haber comunicado desde el CIC para ver si ellos tenían disponibilidad. Terminamos yendo en colectivo al Hospital Padilla, y mi hijo casi se descompone del dolor en el camino. ¿Qué hubiera pasado si yo no tenía plata para el boleto?", interrogó la mujer.

Perspectiva complicada
Otro problema que apuntan la mayoría de los vecinos de San Javier es la falta de fuentes de trabajo. Según dicen, si no acceden a un puesto en la comuna sus perspectivas se complican. "La mayoría 'baja' a la ciudad. Casi todas la mujeres trabajan como empleadas domésticas y los varones buscan trabajo en la construcción", señaló Carlos Arce. Los dos hoteles instalados en la villa turística también son una posibilidad de trabajo, pero allí en la zona afirman que los puestos son limitados y sólo durante las temporadas de verano e invierno. 

El transporte público de pasajeros -en temporada- funciona con una frecuencia de dos horas, mientras que el resto del año ofrece cuatro recorridos diarios.

La otra gran preocupación que tienen en San Javier es la falta de una escuela secundaria. "Si los chicos quieren seguir estudiando tienen que viajar a Raco o a Yerba Buena, y no todos tienen para pagar el boleto. Por eso, la mayoría de los chicos deja de estudiar", concluyó Arce.