Elizabeth Arce nació hace 31 años en la comuna de San Javier. Está desempleada y afirma que nunca logró integrar alguna de las cooperativas de trabajo que funcionan en esa localidad. "Hay familias que no sé por medio de quién entran o hay presidentes de cooperativas que te presentan los papeles y te hacen entrar. Todo eso maneja la comuna", explicó.

Es madre de cinco niños, y el mayor de ellos tiene 12 años. Vive, junto con su pareja y sus hijos, en una casilla de madera levantada sobre una loma. Para llegar a su casa, debe caminar unos 15 minutos desde la Calle 1 de esa villa veraniega. Según dijo, el único beneficio que recibe es la Asignación Universal por Hijo (AUH), y remarcó que nunca pudo acceder a un plan de mejoramiento de viviendas. "En la comuna los únicos que tienen la oportunidad de acceder a un módulo (habitacional) son los que trabajan en las cooperativas", agregó.

En el medio del cerro, esta familia vive hacinada. En una sola habitación conviven siete personas y tienen un brasero a la intemperie que utilizan para cocinar. Arce afirmó que hace tres meses intenta conseguir una casilla aunque, por el momento, sólo logró que le otorguen una cama cucheta para sus hijos. "El año pasado en la comuna me consiguieron una casilla pero, en ese momento, no tenía donde instalarla. Cuando vinimos a vivir acá fui a pedir la prefabricada, pero nunca me la entregaron", aseguró.

Los hijos de Arce están cursando sus primeros estudios. Sin embargo ella duda que pueda enviarlos a la secundaria. "Acá sólo se pude cursar hasta noveno grado. Si mis chicos quieren seguir estudiando tendrán que viajar a Raco o a Yerba Buena (ver Sin salud...), pero aunque quisiera no tendría la plata para mandarlos", continuó.

Arce aseguró que el único ingreso que tiene son los $ 600 que recibe por la AUH. Su pareja cobra $ 1.600 en una cooperativa comunal, pero su contrato vence en marzo. "Hay familias que tienen nuestro mismo problema. Si no entrás a la comuna es difícil conseguir trabajo. Las empresas constructoras ahora traen a sus propios empleados. Además esos trabajos no duran más de tres o cuatro meses. Así, es imposible tener una casa", concluyó.