BUENOS AIRES.- Referentes de gremios que responden a la CGT de Hugo Moyano ratificaron ayer que el piso para los reclamos salariales será "el 25%" que marcó la inflación en 2012 y rechazaron cualquier condicionamiento que se pueda plantear desde el Gobierno al advertir que "primero hay que corregir los precios y los salarios se corrigen solos".

El jefe del Sindicato de Petróleo y Gas Privado de Río Negro, Neuquén y La Pampa, Guillermo Pereyra, resaltó que su gremio cerró un aumento salarial del "26,5%" y, junto con su colega de la Asociación Bancaria, Sergio Palazzo, advirtió que el piso para negociar subas "no puede ser menor al 25%".

La Unión Industrial Argentina (UIA) volvió a exigir, a través del vicepresidente Daniel Funes de Rioja, "mucha responsabilidad en las negociaciones para evitar desbordes que se traduzcan en efectos negativos", como "pérdida de producción y de empleo".

Pereyra y Palazzo, referentes de la central obrera opositora, se pronunciaron en sintonía con el secretario general de la CGT afín al Gobierno, el metalúrgico Antonio Caló, quien luego de reunirse con el ministro de Trabajo, Carlos Tomada, aseguró que los reclamos salariales no tendrán "ni techo ni piso".

"Ya firmamos por el 26,5% y así todos los gremios van a marcar el camino que no puede ser menor al 25%", adelantó Pereyra, quien remarcó que en las negociaciones también se exige la modificación del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, otro de los reclamos que impulsan conjuntamente desde las dos CGT. "Esto habría que ajustarlo, negociarlo con el Gobierno, el Gobierno debe escuchar a todos los sectores. No puede ser posible de que escuche a una parte y el resto lo ignore", reclamó. Al respecto, agregó que el Gobierno nacional debería convocar a los referentes del moyanismo para "discutir estos temas que son prioritarios para el movimiento obrero" porque "si no va a arreglar con un sector minoritario, el resto va a quedar afuera y entonces puede haber conflictos".

Por su parte, Palazzo aclaró que su gremio logró un "anticipo de paritaria" de $ 1.700 hasta marzo, cuando comenzará las negociaciones, pero advirtió que "si no hay actualización del mínimo no imponible y las variables económicas se disparan seguramente se discutirá un porcentaje mayor". "Firmamos por estos tres meses $ 1.444 por mes en remunerativo, con una gratificación extraordinaria de $ 770. Esto globalmente hace $ 1.700 por mes", detalló para rechazar la observación de Trabajo, que ayer señaló que los acuerdos salariales se homologarán únicamente si tienen vigencia anual. El titular de la Bancaria consideró que es "responsable" reclamar subas a partir del 25%, porque "no se está pidiendo ni más ni menos que la depreciación del salario contra los precios de 2012".

"Si nosotros tenemos que resignar salarios pero los precios siguen subiendo de una forma que va en detrimento del poder adquisitivo me parece que hay una equivocación. Primero hay que corregir los precios y después los salarios se van a corregir solos", reclamó.

El jefe del Sindicato Unificado de Trabajadores de la Educación de Buenos Aires (Suteba), Roberto Baradel, condicionó el inicio de las clases antes de iniciar las discusiones con los representantes del gobierno bonaerense. "Si los funcionarios entienden que tiene que haber una recomposición salarial que permita recuperar poder adquisitivo, mejorar la calidad del salario y hacer inversión en infraestructura y transporte escolar, no debería haber problemas el 25", planteó.

En tanto, Funes de Rioja ratificó, en declaraciones a radio El Mundo, el pedido para que las discusiones paritarias se realicen con "mucha responsabilidad" para "evitar desbordes que se traduzcan en efectos negativos que nadie quiere".(DyN)