Viven a metros del conjunto edilicio más representativo dela ciudad: el Casino, la ex Legislatura y el teatro San Martín. Se podría suponer que los vecinos que tienen sus casas sobre calle España y Maipú se sienten privilegiados, orgullosos y felices de recorrer esas cuadras a diario. Pero no. Cuanto menos, hoy no. Así se sentían hace un par de años... 


Los de la Maipú Nieves de Rico no puede creerlo: "¿aquí?", pregunta desde su ventana mientras encierra con su dedo en un círculo imaginario la porción de estacionamiento que está en la parte trasera del Casino, justo al frente de su casa. Nieves tiene 80 años y desde el primer piso le gusta asomarse a ver el verde de los jardines de la ex Legislatura. Ahora que sabe que le construirán un bloque de hormigón teme no poder hacerlo más. Su cara se transforma. "No me lo imagino, qué fea vejez que voy a pasar", dice con tono de despedida. Poco sale de su casa, el único recreo que disfruta es asomarse al ventanal y mirar el jardín ajeno.

"Esta es una zona liberada", protesta Martín Lobo, que atiende un local de alimento para mascotas. De jueves a domingo debe soportar los afters que se arman en la vereda cuando se prenden las luces de los boliches de esa cuadra. "Encontrás botellas, preservativos, sangre, basura, de todo", resume.

De por sí, los vecinos coinciden en que la zona se ha tornado muy sucia e insegura. Los boliches terminan de cerrar esa ecuación con lo que sus huéspedes dejan después de haber sacudido el cuerpo hasta las 4 am.

Los de la España
En esa cuadra la mayor parte de los vecinos se conoce, sus hijos se criaron juntos jugando en la vereda y correteando de una esquina a la otra cuando el tránsito era escaso o casi no existía.

Pero eso fue hace unos 30 años. Ahora algunos tienen que esperar más de 10 minutos para poder salir de sus garajes, en el mejor de los casos. A menudo, ni siquiera pueden hacerlo porque se encuentran con un auto bloqueando la salida con certera puntería.

Durante todo el año, la España se convierte en una extensión del estacionamiento de la nueva Legislatura. La doble fila se arma desde temprano y cuando ya no entra ni un alfiler, los automovilistas estacionan en las veredas.

Las cosas ya se habían puesto movidas cuando construyeron la escuela Escuela Superior de Educación Artística (ESEA) detrás del teatro San Martín, hace un par de años, pero empeoró el primer día que habilitaron el nuevo edificio parlamentario.

"Cortan la Muñecas los días de sesión. También vienen y manifiestan aquí", dice Estela de Moris. "¿Ahora quieren construir un centro de convenciones? Me parece descabellado. ¿Por qué ese afán de centralizar todo en unas pocas cuadras?", agrega. Su hija, Mariana, comenta que la cuadra del Casino es una mugre permanente, la vereda tiene pastos altos y hasta se pueden encontrar animales muertos. "Parece el fondo de un baldío", compara.

Antes de entrar en su casa, Estela dice: "Yo en breve me voy de aquí, me mudo. Ya no se puede vivir". Muchos fines de semana se montan carpas en el estacionamiento del Casino para fiestas. "Es tan fuerte la música que vibran los vidrios de las ventanas", se indigna Mariana.

Para Ana María, otra vecina de España al 600, lo peor es que de a poco el conjunto del teatro, la ex Legislatura y el Casino fueron perdiendo su valor al quedar encerrados entre nuevas edificaciones. "¿Cómo no buscan revalorizarlos como lo que son? Edificios históricos. Uno de los conjuntos más importantes que tiene la provincia", razona.

"¿No hay otro lugar?", pregunta Germán Montini. Le parece casi increible que se haya proyectado un centro de convenciones, cuando ni siquiera hay espacio suficiente para que los ómnibus circulen por esas calles. Gabriel se acuerda que cuando funcionaba el hotel Savoy, en los 80, los micros de la empresa Chevallier debían subirse a las veredas porque el radio de giro por España era insuficiente. "Uno construye una casa para vivir tranquilamente y, de repente, tiene que soportar esta invasión y este atropello", se lamenta. Carlos Alberto López lleva 44 años viviendo en esa cuadra y dice que jamás el municipio arregló las veredas. "Esa zanja tiene por lo menos medio siglo", dice señalando una parte muy rota que está detrás del edificio de la ex legislatura.

"Enterarme de lo que quieren hacer la verdad es que me da pena. Yo pensaba que esos edificios históricos eran intocables", argumenta. "Me parece un horror e irracional".

Ya sea en una cuadra (la Maipú), o en la otra (la España), sólo se escuchan las quejas y preocupaciones individuales: desde la basura hasta el ruido o los autos que estacionan en las veredas. Y aunque no todos se conocen, comparten una misma sensación: a esa manzana histórica ya la están perdiendo.


EL PROYECTO PARA EL CASINO

- El conjunto.- Los tres edificios fueron inaugurados en 1912 como una unidad que tenía como objetivo atraer visitantes a la provincia durante el invierno. Grandes personalidades se alojaron en el antiguo hotel e importantes piezas teatrales se montaron en la sala del San Martín.

- El casino.- allí funcionó durante años el hotel Savoy. En abril de 2012 la Legislatura le otorgó la concesión por 50 años a la empresa Ivisa a cambio de una inversión de 50 millones de pesos. En esa fecha se habló de que iban a refuncionalizar el hotel, pero ahora le agregaron al proyecto un centro de convenciones.

- Patrimonio.- el conjunto edilicio está protegido por la ley 7535 como bien perteneciente al patrimonio provincial. Uno de sus artículos prohibe cualquier ampliación, destrucción o remodelación que lo ponga en peligro.

- ¿Qué quieren hacer?-
El proyecto prevé que en ese predio funcione un hotel en las antiguas instalaciones del casino y un centro de convenciones que se construirá donde ahora está el estacionamiento. Además, tres pisos para cocheras subterráneas.

- Permisos veloces.- El pedido formal de la empresa Ivisa para que les permitieran arrancar con las obras ingresó al Concejo Deliberante el 26 de diciembre. Ese mismo día se llamó a sesión y se aprobó el proyecto de la obra nueva con 13 votos a favor (bloque oficialista) y cinco en contra (opositores).

- Observaciones.- La construcción que pretende Ivisa está prohibida por el Código de Planeamiento Urbano (CPU), que veda el emplazamiento de un centro de convenciones es una zona de valor patrimonial. Además, un informe de Catastro señaló que en los planos presentados el factor de ocupación de suelo (FOS) era superior al permitido en esa área y que no se respetaban los cinco metros de retranqueo.

- Excepciones.- La ordenanza especial que aprobaron los concejales dio luz verde a la construcción porque exime a la empresa de tener que cumplir con lo que manda el CPU. "No es la Biblia", justificó el concejal oficialista Ignacio Golobisky.

- Otros errores.- Además de no cumplir con el CPU, el proyecto presentaba incoherencias graves que fueron señaladas por otras dependencias municipales y la comisión de Patrimonio Cultural. Por ejemplo, había escaleras dibujadas que no llevaban a ninguna parte, faltaban salidas de emergencia y se modificaban estructuras originales del edificio.