Una joven lee en la vaticana plaza San Pedro la edición italiana de Vanity Fair, que dedica su portada a uno de los hombres más influyentes de la Santa Sede. Pero el nuevo secretario privado del Papa Benedicto XVI, monseñor Georg Gänswein, no ocupa la tapa de la revista ("biblia" de la moda y el chisme de los famosos) por motivos políticos, sino por razones estéticas. "Padre Georg, ser lindo no es pecado", es el título de la edición publicada ayer. "De George Clooney de San Pedro a número dos del Vaticano: tras la ordenación de obispo, retrato de cerca de un monseñor particular", predica la primera plana. Gänswein, un alemán de 56 años que juega al tenis y practica esquí, fue ordenado arzobispo el 6 de enero pasado.