Una nueva y gigantesca mancha fue detectada hace dos días sobre la superficie del Sol. Su nombre es AR 1654, es diez veces mayor que la Tierra y se mueve lentamente, con la rotación solar, para terminar apuntando, dentro de unos días, directamente hacia nuestro planeta. Eso podría generar grandes llamaradas que, sin embargo, no afectarán a nuestro planeta.