ESTIMULADOR
Nasser Al Attiyah se sentó solo en la trompa del Kamaz, miró a los mecánicos, les hizo la señal del éxito con los dedos y dijo: "¡aquí está el ganador Dakar!" Hubo aplausos. 

ELLA, ENTRE ELLOS
Blanca, muy blanca, rubia y de ojos celestes, delgadísima, la figura de Ivetta, traductora y encargada de prensa en Kamaz, se destacada en un equipo con mayoría de hombres de serio y áspero aspecto.

BUENA ONDA
Giniel de Villiers se sumó a la experiencia de subirse al Kamaz y lo hizo de buen grado. "Es una máquina increible" apuntó el simpático sudafricano, que corre con una Toyota oficial en Autos. 

CON INTERÉS
No le importó el calor del día, mucho más acentuado en un habitáculo de un camión. Nasser Al Attiyah estuvo sentado en el Kamaz más de 15 minutos, preguntando de todo. Se notó que está acostumbrado a las altas temperaturas.