MONTEVIDEO.- En el primer mes de despenalización del aborto en Uruguay, se practicaron 200 interrupciones del embarazo en el país, conforme con cifras oficiales difundida por el viceministro de Salud Pública, Leonel Briozzo.

Este número representa un tercio de los niños nacidos mensualmente en el Hospital Pereira Rossell, donde se produce la mayoría de los partos en el Uruguay (unos 7.500 al año), comparó ayer el diario El País.

La norma entró en vigor el 3 de diciembre de 2012 y obligó a todas las instituciones médicas, públicas y privadas, a asesorar y a practicar el aborto a las mujeres que lo soliciten dentro de las primeras 12 semanas de gestación. Una mujer que quiso interrumpir su embarazo al límite de ese plazo semanas atrás y no pudo hacerlo, anunció que demandará al Ministerio de Salud Pública por mala praxis.

Entre el 10% y el 20% de las mujeres que consultaron por la interrupción de su embarazo decidieron mantener la gestación. Briozzo consideró que ese dato "echa por tierra" el argumento de los opositores de que se trata de una "ley pro aborto". "Los datos internacionales demuestran que si se combinan la anticoncepción, la planificación familiar y la educación en salud sexual, se disminuye el número de abortos, que es lo que todos queremos", añadió.

Esta ley genera controversia en Uruguay. Pocos días después de su promulgación, organizaciones sociales y agrupaciones políticas de la oposición de derecha lanzaron una campaña de recolección de firmas para convocar a un referendo derogatorio junto con las elecciones nacionales de 2014. Los defensores de la norma advierten que en el país se practicaban unos 30.000 abortos clandestinos al año. (DPA)