La Unión Tranviarios Automotor (UTA) accedió ayer a levantar el paro de choferes de micros de larga distancia, el que duró cerca de dos horas y media en las terminales del país. La decisión de la dirigencia gremial respondió a la intervención de los ministerios de Trabajo y del Interior y Transporte de la Nación, tras la fallida negociación entre el sindicato y la cámara de empresarios por el pago de los viáticos para el personal.

Fuentes oficiales informaron que el ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo, comunicó que se firmó anoche una resolución de los dos organismos gubernamentales para que se cumpliera el acuerdo al que habían llegado los trabajadores y los empresarios sobre el pago de viáticos, lo que permitió restablecer de inmediatamente el servicio de micros de larga distancia.

La cartera de Trabajo informó que la Unión Tranviarios Automotor (UTA) y las cámaras empresarias del sector de larga distancia retomarán las negociación hoy, a partir de las 11, en la sede ministerial de Alem al 600, en Buenos Aires, en procura de una solución definitiva al conflicto, según consignó la agencia de noticias estatal Télam.

La controversia que dio origen al paro de la UTA se centró en el mes que entraba en vigencia el pago de viáticos a los choferes de micros de larga distancia.

El secretario general de UTA nacional, Roberto Fernández, había informado, tras una frustrada reunión de conciliación, que los empresarios se habían negado a pagar $ 380 de viático por día, que los choferes percibirían desde diciembre pasado. El dirigente sindical había calificado de "abusivo" la negativa del sector privado a abonar el viático a los conductores de larga distancia.

La Cámara Empresaria de Transporte de Pasajeros de Larga Distancia (Celadi), por su parte, había considerado de "sorpresiva" la medida de fuerza porque el incremento solicitado por el gremio "fue otorgado en el día hoy (por ayer)", consignó la agencia DyN.

Sindicalistas y empresarios se reunieron ayer en el Ministerio de Trabajo de la Nación.

La filial provincial de la UTA había adherido, pasadas las 21, a la huelga convocada a nivel nacional. Ante la acción gremial, las compañías de transporte de larga distancia habían cancelado la salida de los colectivos desde la terminal central de San Miguel de Tucumán y la venta de pasajes un poco más de una hora.

"No salen los micros que tienen de cabecera a Tucumán. Los servicios de tránsito (cuando la estación de colectivos de la capital figura como localidad intermedia) siguen el recorrido", había comentado a LA GACETA el secretario gremial, Adrián Coronel. En ese momento, el dirigente permanecía junto con otros sindicalistas en la terminal de ómnibus de la capital tucumana.