Desde la zona del Mercofrut, al este de San Miguel de Tucumán, hasta su intersección con la avenida Gobernador del Campo, la autopista de Circunvalación presenta un aspecto desagradable: a lo largo de todo este trayecto se multiplican los basurales.
Salvo el que está frente al club Lince, que mide más de 300 metros, la mayoría son microbasurales en los que los carreros tiran residuos domiciliarios que traen desde otras zonas de la ciudad. Pero también se observan escombros, ramas de árboles y animales muertos. La autopista de Circunvalación es el camino que utilizan muchos turistas para ingresar o para rodear la ciudad.
El presidente del Ente Tucumán Turismo, Bernardo Racedo Aragón, calificó al problema de la basura en los accesos a la ciudad como una deuda pendiente para la que aún no se encontró solución. "Es un tema que planteo todo el tiempo", aseguró. LA GACETA ©