"La del domingo fue una etapa hermosa, divertida para correr. Vino bien para tomar recaudos y entrar más en ritmo, porque la de hoy será un infierno". Con contundencia, Rodolfo Bollero describió a LG Deportiva lo que vivió ayer y lo que le espera hoy en el Rally Dakar 2013. El único tucumano en carrera, a bordo de una KTM 450cc, al cabo del tramo Pisco-Pisco, ocupa el puesto 119° de la clasificación general de Motos, el 52° del Grupo de Producción y es el octavo mejor argentino ubicado.

"Corrí lo más tranquilo posible, incluso regulando la marcha, porque ví muchos accidentes. Yo no quería golpearme ni dejar que la moto quede enterrada. Tampoco quería caer en errores de navegación, que fueron una constante durante todo el día. El piso estaba mejor de lo que pensé, con arena compacta. El calor fue tremendo y sufrí más porque a mitad del recorrido me comenzó a doler la muñeca. Paré entonces, tomé algunos calmantes y seguí. En el medio, ví cómo se cayó Pablo Busín y cómo se le incendió la moto. Fue angustiante", relató.

La cuestión fue entonces llegar al vivac, descansar todo lo posible e iniciar pronto el trabajo de recuperación física. "Lo de la muñeca tiene que ver con alguna vieja quebradura que tengo por alguna caída. La idea es aplicar electroestimulación en la zona para bajar el dolor".

Con respecto a lo que le espera hoy en el recorrido previsto entre Pisco y Nazca, dijo que se trata de la etapa más complicada del rally. "No importa la posición, a este tramo hay que terminarlo como sea. El 90% del piso es arena blanda, y para peor hay formaciones rocosas escondidas que pueden producir una sorpresa desagradable en cualquier momento. Para completar, hay una bajada de 60° de un kilómetros de largo. Lo dicho, ¡un infierno total!".