Un equipo de investigadores japoneses logró crear células T asesinas de larga vida, y que son específicas para destruir células cancerígenas, consigna un artículo publicado por los expertos en la revista especializada "Cell-Stem Cell". La importancia del estudio radica en que en el futuro, a partir de estas células se podrían desarrollar nuevas terapias para el tratamiento del cáncer.

Los científicos, encabezados por Hiroshi Kawamoto, del Centro de Investigaciones Riken, en la ciudad japonesa de Yokohama, hicieron regresar a una especie de estado embrionario glóbulos blancos adultos y obtuvieron células madre pluripotenciales inducidas (células iPS), a partir de las cuales desarrollaron nuevas células T asesinas.

Las células o linfocitos T asesinos forman parte del sistema inmune. Reconocen organismos extraños o células enfermas en el cuerpos y las pueden eliminar.

También las células cancerígenas pueden ser reconocidas y destruidas por las células T asesinas, por lo que desde hace años que estas células están en el centro de las investigaciones contra el cáncer.

Sin embargo, hasta ahora no se logró en la mayoría de los casos una nueva terapia eficiente contra el cáncer, debido a que la cantidad y la vida de las células T asesinas no eran suficientes para un tratamiento exitoso.

El equipo dirigido por Kawamoto consiguió en el laboratorio prolongar significativamente la vida de las células T asesinas.

Los científicos japoneses tenían a disposición linfocitos T, que reconocen específicamente una especie de células cancerígenas de la piel.