Paramilitares desmovilizados que integraron las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) confesaron su participación en 1.064 masacres en el país, que causaron 25.000 homicidios y 3.599 desapariciones forzadas de personas, según un informe de la Fiscalía General de la República (foto). En los siete años de aplicación de la Ley de Justicia y Paz, que permitió su desarme, los "paras" de extrema derecha (apoyados por el Ejército, la Policía, representantes políticos y hacendados) admitieron 1.618 casos de reclutamiento ilícito; 11.772 desplazamientos forzados de campesinos; 1.816 secuestros; 1.768 extorsiones; unos 600 casos de tortura; la ubicación de casi 3.100 fosas comunes y el tráfico de drogas. Su objetivo era combatir a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia y al Ejército de Liberación Nacional. (Télam)