El nauseabundo olor les llamó la atención y se acercaron hasta el zanjón. Allí, los albañiles divisaron el cuerpo de un hombre y llamaron a la Policía. Aunque no pudieron identificarlo, los investigadores creen que podría tratarse de un hombre de 79 años, cuyos familiares habían denunciado su desaparición.

El hallazgo se produjo ayer a las 10, al lado de una cortada de ladrillos ubicada en un descampado de la zona suroeste de la capital, en el barrio "72 viviendas". A pocos metros se están construyendo varias casas, y los empleados de la empresa constructora fueron quienes se alertaron de la situación.

Fuentes policiales comentaron que el cadáver estaba boca arriba, vestido con ropa oscura y descalzo. Al lado estaba un par de zapatillas rojas. En el lado izquierdo del cuerpo, a la altura del abdomen, estaba un hierro, que a simple vista parecía incrustado en el cuerpo. Eso fue descartado luego por los peritos.

Los especialistas estiman que el cuerpo tendría al menos 15 días de fallecimiento, aunque las altas temperaturas de los últimos días del 2012 podrían haber acelerado el proceso de descomposición.

La identidad
El zanjón tiene dos metros de profundidad. No tiene agua y está cubierto de yuyos, aunque el cuerpo era visible desde la orilla, confió una fuente de la investigación. La cortada de ladrillos, según manifestaron los vecinos a los investigadores, no habría funcionado en las últimas semanas.

No será fácil para los especialistas identificar el cadáver. En primer lugar, estaba en un avanzado estado de descomposición, y los médicos de la Policía Científica tuvieron que vestirse con mamelucos especiales y usar mascarillas para poder descender hasta el fondo del zanjón.

Además, el rostro habría sido comido por alimañas, al igual que las manos. "Prácticamente no tiene cara", dijo uno de los policías que llegó a primera hora y vio el cadáver.

Sin embargo, fuentes de la investigación explicaron que en el bolsillo del pantalón el hombre tenía una boleta de una jubilación. El nombre que figuraba en el papel coincide con el de una persona que tiene domicilio en la zona norte de la ciudad, que había sido denunciada como desaparecida por sus familiares.

La primera tarea del personal de la seccional 8ª, supervisados por los comisarios Antonio Quinteros y Luis Medina, fue preservar la zona hasta la llegada de los peritos. El segundo jefe de la Dirección General de Investigaciones, Humberto Ruezgas, coordinó al personal especializado. Pasado el mediodía arribó la fiscala Adriana Giannoni.

La autopsia será la que determinará cómo falleció. De acuerdo a la primera revisión médica, el cuerpo no presentaría señales de violencia. Para identificarlo, los familiares de la persona denunciada como desaparecida tendrán que reconocer sus prendas. Si la respuesta es afirmativa, habrá que aguardar la pericia de ADN. También se acudiría al reconocimiento dental.

En "La Cartujana"
Un hecho similar al del barrio "72 viviendas" había ocurrido el martes a la tarde en la zona conocida como de "La Cartujana", cerca del "Pozo de Vargas". Unos jóvenes hallaron un cuerpo en estado de descomposición, y dieron aviso a la Policía.

Ayer se realizó la autopsia al cadáver. Aunque no se dio a conocer aún oficialmente, fuentes de la investigación comentaron que el cuerpo no tenía lesiones, y que el deceso se habría producido por un paro cardíaco.

El estado del cuerpo no posibilita su fácil reconocimiento, pero las características coincidirían con el de un hombre de 33 años que su familia había denunciado como desaparecido el 25 de diciembre. "Se trataría de una persona que prácticamente vivía en la calle", dijo una fuente.