La animación seguirá siendo la apuesta fuerte de los cines en esta primera semana de 2013. Conjuntamente con el resto de las salas argentinas llegará hoy a Tucumán "Ralph, el demoledor", la última apuesta de la factoría Disney.

Dirigido por Rich Moore (el mismo de "Los Simpson" y "Futurama"), el filme es en realidad un homenaje a los videojuegos clásicos, sobre todo a los pioneros que tanto marcaron generaciones anteriores. Al mismo tiempo es una película que extrae referencias de otras películas de animación muy bien conocidas pero sin perder su autonomía.

Ralph es el villano del videojuego "Repara Félix Jr.". Su misión es destruir la larga pila de ladrillos que Félix, el reparador, se encargará de volver a levantar, convirtiéndose en el héroe más querido de los chicos. Así como en "Toy Story" los juguetes se corporizaban para desandar la trama, aquí los personajes del videojuego toman vida y plantean sus inquietudes, aunque sólo uno tiene planteos existenciales casi mundanos. Cansado de ser el malo de la historia, Ralph decide tomar el asunto en sus propias y gigantes manos, y se lanza en un viaje a través de las distintas generaciones de videojuegos para demostrarle al mundo que él también puede ser un héroe bueno y querido.

Viaje iniciático
En su recorrido, Ralph conoce a la rigurosa Sargento Calhoun, del videojuego de acción en primera persona "Hero's Duty", y a la testaruda Vanellope von Schweetz, del videojuego de autos de carrera de caramelo "Sugar Rush", que quizás se convierta en su primera amiga verdadera.

Pero todo cambia cuando irrumpe un enemigo mortal que amenaza con destruir el mundo de los videojuegos y a la propia Vanellope. Finalmente, Ralph tendrá la posibilidad de salvar su mundo en una suerte de peligrosa carrera contra el tiempo.

Tres condiciones John Lasseter, jefe creativo de Pixar y Walt Disney Animation Studios, y productor ejecutivo de "Ralph, el demoledor", dijo en una entrevista reciente: "Una buena película animada, como ésta, hace tres cosas realmente bien. Primero, cuenta una historia convincente, que es impredecible y mantiene a los espectadores al borde de sus asientos; segundo, completa la acción con personajes realmente memorables y atractivos, y tercero, sitúa esa historia y a esos personajes en un mundo creíble".