Tucumano de nacimiento, pero con Salta como madre adoptiva de una buena parte de sus años. Esa es, en muy resumidas cuentas, la carta de presentación de Pablo Pérez. Inmerso ya en la atmósfera relajada del receso estival, el entrenador del seleccionado tucumano de seven se prestó a una charla con LG Deportiva, en la que habló sobre el presente y futuro de la "naranja", lo que hay, lo que falta y lo que está por venir.

- Personalmente, ¿cuál es el rugby que sentís?

- Me gusta y siento el rugby de varias fases, que es lo que me inculcaron desde chico. Pero tambien creo que al rugby hay que agregarle cosas siempre. Por eso sigo aprendiendo para hacer de todo. Creo que esa es la manera en la que uno llega a ser protagonista.

- ¿Te parece que el Regional 2013 debería jugarse con el mismo formato que este año?

- No es bueno que todos los años se cambie de formato. Lo ideal sería sostener uno por varios años, y el que se utilizó esta vez me parece una buena opción, porque es el más inclusivo. Una vez consolidado un formato, habría que evaluar si sirvió para que los equipos progresaran en el juego, sobre todo los más débiles. Creo que la idea de esta nueva dirigencia es sostener este formato varios años, así que ahí podremos ver los resultados.

- ¿Te parecen acertados los cambios para el calendario 2013?

- Por supuesto. No sólo porque cada seleccionado podrá contar con sus mejores jugadores, sino porque a principios de año esos jugadores no están en su pico máximo de rendimiento. O sea, uno terminaba seleccionando en base a lo que conocía de cada jugador, sin saber efectivamente en qué nivel estaba. Pero ahora la primera parte del año servirá como un período de pruebas, del que se seleccionarán a los mejores 30 jugadores. Es lo más lógico.

- ¿Qué es lo que deberían saber los que criticaron el rendimiento de la "naranja" en el Argentino?

- Que no pudimos contar con muchos jugadores importantes: hubo 14 figuras convocadas a los Pampas, giras y muchos lesionados. La mitad llena del vaso fue que muchos de sus reemplazantes mostraron nivel de selección. Sin la ausencia de los otros no lo habríamos descubierto. Se amplió bastante la base de jugadores, y eso es muy bueno.

- En cierta forma le facilitaron el trabajo al próximo entrenador...

- Eso seguro. El tema es que el próximo entrenador tendrá un lindo problema, porque no habrá excusa que le valga. Podrá contar con los mejores jugadores de Tucumán, y en su pico de rendimiento. Aunque también deberá enfrentar al mejor Buenos Aires, al mejor Rosario, etcétera.

- Se rumorea que el que va a tener ese lindo problema sos vos...

- No sé, a mí nadie me dijo nada. Habría que ver quiénes van a estar en la Subcomisión de Juego y Selección, que son en definitiva los que cortan el queso. No te voy a negar que me encantaría, pero hasta acá no hay nada. Igual, la nueva dirigencia acaba de asumir, así que no creo que se apuren en tomar esa decisión. Y menos ahora, que el Argentino se jugará a fin de año y no al principio.

- ¿Coincidís con Oscar Prado en que se debe cubrir lo básico antes de pensar en un DT extranjero?

- Creo que el rugby tucumano debería apuntar, antes que nada, a que al jugador no le falte nada. Que no tengan que viajar 50 tipos en un colectivo durante dos días para ir a Bahía Blanca. A eso se refería Prado. Que al mismo juvenil no le falte nada, que no le falte médico, cinta, etcétera.

- ¿Cambiarías algo?

- Estoy de acuerdo con la idea de tener alguien en el seleccionado tucumano que cumpla el rol de Graham Henry en Los Pumas: un asesor rentado, que trabaje en el coaching. O sea, que se dedique a manejar el juego, a plantear los objetivos y la forma de alcanzarlos, no sólo en el combinado mayor sino también en los juveniles y en el femenino.

- Como lo que hacés vos en Universitario...

-Claro. Y me parece que quien lo haga tiene que ser de afuera. Si se pone a alguien del medio local, seguramente va a tener mucha resistencia hasta que el cargo sea natural.

- ¿Y a nivel UAR?

- Creo que tendría que prestar un mayor apoyo a los clubes y no tan sólo a los Pladares. En lo que sí estoy de acuerdo es con el profesionalismo de algunos jugadores. Si queremos competir contra profesionales, hay que igualar las condiciones. Si no, no tenemos chance.