Fue casi automático: en cuanto aparecieron en las veredas, los vecinos empezaron a llenarlos. La Municipalidad de San Miguel de Tucumán comenzó a colocar ayer algunos de los más de 300 contenedores que recibirán la basura de los habitantes y de los comerciantes de la zona central. Si bien la instalación terminará el jueves, se informó que ya se los puede usar, porque los recolectores retirarán los residuos que haya en ellos.

El "Plan piloto de contenerización" abarca el área comprendida por las avenidas Sarmiento, Alem-Mitre, Roca y Sáenz Peña-Avellaneda. Pero no el casco fundacional, que se encuentra entre Santiago del Estero, Salta-Jujuy, General Paz y Sáenz Peña-Avellaneda (en esta zona ya fueron instalados contenedores similares en el pasado).

En total, 360 cuadras recibirán recipientes de 1.000 litros. La Municipalidad informó que habrá uno cada 100 metros y los vecinos y los comerciantes de ambas aceras podrán usarlos para dejar los desperdicios (los consorcios de los edificios deben poseer sus propios contenedores para sacar la basura; según la Municipalidad, esta medida se cumple más en la zona sur que en la norte).

Se podrán depositar los desperdicios de lunes a viernes hasta las 22 y los sábados, hasta las 19, porque esos son los horarios en los que los recolectores recorren las calles la zona central de la capital.

Si bien no estará prohibido dejar las bolsas en las veredas, como es habitual hasta ahora, la idea es que esa costumbre vaya desapareciendo. "Uno de los objetivos del plan es mejorar la limpieza de las calles de la ciudad y hacer más eficiente el servicio de recolección. En 2013 comenzará a ponerse en marcha la Gestión Integral de los Residuos Sólidos Urbanos (Girsu) y la contenerización será una parte importante", explicó el subsecretario de Planificación Urbana de la Municipalidad, Luis Lobo Chaklián.

Otra de las metas es reducir las posibilidades de que se produzcan anegamientos durante las tormentas. Sucede que cuando llueve con fuerza, las bolsas acumuladas en las veredas suelen ser arrastradas por el agua y terminan obstruyendo los imbornales. Esta situación impide que el líquido escurra con la velocidad necesaria para evitar inundaciones. Por esa razón, la instalación de estos más de 300 contenedores se está llevando a cabo ahora. Había sido planeada para el año que viene, pero la magnitud y la cantidad de tormentas que se vienen produciendo obligaron a adelantar los plazos.

En la Municipalidad dijeron que en el futuro la contenerización se extenderá a los barrios.