A los 18 años, Joaquín Correa experimentó una vertiginosidad en su carrera y su vida a la que pocos están acostumbrados. Una verdadera montaña rusa cuya última parada fue en Milán hasta el viernes, donde estuvo a prueba en Inter durante dos semanas. Sin embargo, uno de los equipos considerados como "argentinos" en Europa por la cantidad de representantes nacionales no la tiene tan fácil para quedarse con él: el enganche está en Estudiantes desde 2009, donde ya debutó en Primera este año. Toda una promesa.
Nuestra provincia fue en realidad un trampolín para él ya que muy temprano, a los 11 años, se fue a River a hacer las divisiones infantiles. Le iba bien pero extrañó tanto a su familia que tuvo que regresar aunque su estadía no duró mucho: un año después la escuela rosarina "Renato Cesarini" se lo llevó a Santa Fe para que la pise y encare tal como lo hacía en los potreros tucumanos.
El "pincha" tardó en divisarlo aunque finalmente se haría de sus servicios y lo tuvo en las inferiores donde fue elegido como "jugador revelación" en 2011. Los que no durmieron fueron los agentes internacionales de Inter que una mañana platense, cazando talentos, le pusieron el ojo y decidieron seducirlo con 15 días en uno de los mejores planteles del mundo. "Jugué buenos partidos en Reserva y le llegó al club esta invitación para ir a Italia. No podía creerlo", confiesa el volante que vivio una experiencia magnífica en todos los sentidos.
"El club tiene todas las comodidades. Fue muy linda la vivencias, no tengo palabras. Se portaron muy bien", contó Correa que en su primera práctica junto a los monstruos europeos marcó dos goles y levantó las cejas de varios. "Todos me tiraron buena onda", recuerda emocionado.
El viaje, además sirvió para empezar a tramitar la doble ciudadanía: los padres de su abuela paterna son italianos y con esta invitación, tener un pasaporte italiano facilitaría las cosas en el mejor de los escenarios del futuro. "Ahora depende de Inter y Estudiantes si quieren venderme, pero yo estoy muy contento", dice el pibe que en enero deberá volver al "pincha" para la pretemporada. Y claro, como no hacerlo. Él ya tocó el cielo.