ROMA.- El primer ministro italiano, Mario Monti, presentó su dimisión al cargo ante el presidente del país, Giorgio Napolitano. La renuncia se esperaba y abre el camino a elecciones anticipadas, que podrían celebrarse el próximo 24 de febrero.

Napolitano aseguró que iniciará un período de consultas con los líderes políticos, antes de disolver el Parlamento.

La dimisión de Monti se concretó ayer poco después de que el Parlamento italiano aprobara el presupuesto para 2013 con 309 votos a favor, 55 en contra y cinco abstenciones.

Tras la votación, Monti celebró la última reunión de su gabinete de ministros antes de presentar su renuncia al Jefe de Estado.

"Hace un año este gobierno inició su trabajo. Hoy, y no por culpa de la profecía maya, tenemos que dejarlo", había bromeado el saliente premier, que describió su mandato como "difícil pero fascinante".

El tecnócrata había anunciado que dimitiría hace semanas, después de que el partido del ex primer ministro Silvio Berlusconi le retirase su confianza. El ex comisario europeo se convirtió el primer ministro hace 13 meses, tras la renuncia de Berlusconi, gracias al apoyo de los principales partidos italianos.

Monti, que aún no ha aclarado si se presentará a las elecciones, ofrecerá el domingo una rueda de prensa en la que expondrá sus planes políticos de futuro.

Por el momento se especula que Monti podría convertirse en el líder de una coalición centrista, que podría contar con la presencia del presidente de la Ferrari, Luca Cordero di Montezemolo, antiguos miembros del partido de Berlusconi y con sectores democristianos.

Sin embargo, el portavoz en el Parlamento del partido de Berlusconi, Pueblo de la Libertad, instó a Monti a unirse al magnate en lugar de liderar su propia coalición centrista.

Al frente en las encuestas de intención de votos, se encuentra por ahora el Partido Democrático, de centroizquierda, que podría lograr un 40 % de los votos al frente de una coalición.

Según los sondeos, Pueblo de la Libertad y sus aliados no lograrían más que un 15 %, y en caso de unirse a la antieuropea Liga Norte, un 25 %.

El líder del Partido Democrático, Pier Luigi Bersani, un ex ministro de los gobiernos de Romano Prodi, se ha mostrado dispuesto a aliarse con los centristas para asegurarse una victoria frente a Berlusconi y sus aliados.

En un escenario así, de presentarse a las elecciones, Monti podría convertirse en el ministro de Economía de un gobierno encabezado por el Partido Democrático. O podría convertirse en el próximo presidente en sustitución de Napolitano, cuyo mandato concluye en unos meses. Sin embargo, los precedentes de este tipo no tuvieron éxito. El último gobierno de centroizquierda, liderado por Prodi, se vio paralizado por las disputas entre los sectores centristas y del ala más dura de la izquierda. Su caída, en 2008, abrió las puertas al retorno al poder de Berlusconi, quién luego debió ceder su puesto, envuelto por varios escándalos. (DPA-especial)