La desesperación es mala consejera. En medio de la tormenta no es bueno tomar decisiones. No tenía apuro. Pudo poner el gabinete a deliberar. Incluso pedir varios planes y debatirlos todo el fin de semana. El apuro era de los otros, no de él. Desde hace más de un año se le vienen señalando fallas en Seguridad y nunca reaccionó.
Tomó la peor decisión.
Puso a su amigo y dio una señal equivocada. Jorge Gassenbauer no sabe nada de seguridad. Sólo tiene la confianza del gobernador, que no es poco, pero no alcanza.
Hace poco más de un año Alperovich cambió toda la estructura del gobierno para crear la coordinación de gabinete. Quiso darle todo el poder a Gassenbauer. Ayer lo desarmó sólo porque, en un acto de enojo y frustración Susana Trimarco le repitió lo que la prensa se cansó de señalarle.
Ayer, dejó al descubierto que no hay equipo, que no tiene recambio, que improvisa y que, cuando las papas queman, no puede pensar en paz y sacrificó su pieza principal.