Sergio Lobo dejó Atlético porque en la el plantel liguista no tendría muchas chances de jugar. Aparecieron los dirigentes de Lastenia y no dudó en cambiar de club. Antes de que se cumpliera un año de haber tomado su decisión, su nombre quedó grabado en la historia de la "gloria" al ser uno de los integrantes del plantel que logró el primer título de su historia. "Tengo que hablar con los dirigentes 'decanos' para definir mi futuro", aseguró el arquero después de haber levantado la "Copa 100 años LA GACETA".
El "Oso", como lo llaman al arquero, vivió el sábado una tarde cargada de emociones. "Pisar ese campo fue algo impresionante. Allí di mis primeros pasos y donde pasé siete años inolvidables. Pero lo que me tocó vivir con Lastenia también fue muy especial. Su hinchada me apoya muchísimo y eso es importante", destaca en una charla con LG Deportiva.
El de ayer fue no fue un domingo más en la casa de los Lobo. Como ocurre siempre, toda la familia se reunió en el barrio El Corte, Alderetes, para disfrutar de las empanadas de Patricia, su mamá, que tienen fama internacional: Devis Barone, el uruguayo de Atlético, es un fanático de la producción de la señora. "Ella o yo llevábamos docenas a las prácticas porque los muchachos me las encargaban", recuerda con una sonrisa.
Esas empanadas deliciosas se vendían y lo recaudado servía para que Sergio cumpliera con otra de sus misiones: estudiar Ciencias Económicas. "Nunca fue sencillo. Me costaba muchísimo, pero lo hacía. Tenía que tomarme dos ómnibus para poder llegar a los entrenamientos y de ahí pasaba a la Facultad. Terminaba muerto, pero lo hacía con gusto", afirma.
Pero la vida del "Oso" tuvo un sustancial cambio. Se casó con Jessica y hace seis meses nació Melody, su primera hija. "En Banda del Río Salí manejo un taxi para mantener a mi familia. Lo bueno es que controlo mis horarios, ya que manejo cuando puedo. Los estudios, por ahora, quedaron en un segundo plano, pero uno de los objetivos de mi vida es recibirme de Contador Público Nacional", asegura con voz firme.
El día después de haber obtenido el título con Lastenia, en Alderetes hubo fiesta. En la casa de los Lobo se reunieron sus padres, Raúl y Patricia, sus hermanos Dante, Débora y Maximiliano, sus tíos Walter, Félix, Celina y Gladis, sus primos Facundo, Facundo y Leonor y su abuela Yolanda para celebrar. "Este momento lo quiero competer con ellos que siempre me están bancando. Ahora vamos a descansar un poco y después seguiremos con el torneo del Interior. El secreto en esta historia es no bajar nunca los brazos", reconoce.
Y a la hora de hacer balances, el "Oso" no duda. "Fuimos paso a paso. Como cualquier equipo que asciende, nuestra idea era mantener la categoría. Al inicio del campeonato, y después de haber ganado algunos partidos, todos decían que éramos la sorpresa del certamen. El plantel se fue fijando metas y no paramos hasta que logramos el título", manifestó el arquero.
Lobo reconoce que vivió un sueño al finalizar el encuentro. Primero hubo un festejo en el vestuario ya que, por culpa de los violentos de siempre, no pudieron dar la vuelta olímpica ni bien finalizó el partido. Después, cuando todo se había calmado, él y sus compañero pudieron salir nuevamente al campo para celebrar junto a sus hinchas. "Lo mejor vino después. Nos fuimos en taxi hasta la sede del club porque el micro que nos trasladó se fue cuando comenzaron los incidentes. Allí celebramos como locos junto a los hinchas que merecían algo así. Este fue lo mejor que me pasó", concluye.