Los vecinos que todos los días se ven obligados a cruzar el puente que atraviesa el río Medina están cansados de la inseguridad vial que existe en ese tramo de la ruta.

Antes del choque que causó la muerte de Maximiliano Maciel Miranda, un Chevrolet Corsa cayó en octubre al lecho del río luego de haber chocado contra el guardarrail derecho del viaducto. En esa ocasión murió un hombre y su hijo resultó herido. El muchacho falleció en noviembre por las heridas que había sufrido en el accidente.

Ese hecho incrementó la preocupación de los vecinos de la zona que, desde hace tiempo, advierten sobre varias deficiencias en el viaducto, que contribuirían a generar los siniestros. Hartos de esta situación, se movilizaron para reclamar a las autoridades municipales y a Vialidad de la Nación que se ocupen del problema.

En aquella protesta los mismos vecinos colocaron cintas refractarias en las barandas de ambos lados del puente, que habían comprado con su propio dinero.

"Hay que actuar para evitar que sigan sucediendo nuevos accidentes que arrebatan vidas de todas las edades. Ahora, estamos poniendo una solución transitoria al problema", explicaba en esa ocasión Rubén Balceda, quien vive en esa zona.

Las advertencias se sumaron por cientos. Incluso el dirigente Gino Lezcano había remarcado que los frecuentes percances en el cruce de río Medina ocurren porque las banquinas son tan angostas que ni siquiera puede circular una bicicleta. "La inacción de las autoridades es total", había resaltado Lezcano. Las soluciones no llegaron y ayer se sumó otra tragedia.