Gilda Pedicone de Valls - Prof. Derecho Constitucional UNT-UNSTA
La declaración emitida por la Comisión Nacional de la Independencia Judicial tiene un alto contenido institucional y político, pero también social, porque la sociedad está conmovida por todas las denuncias y ataques contra los jueces y el Poder Judicial. Es que, en los últimos meses, la Justicia es tapa en todos los diarios del país porque viene soportando presiones, ataques y recusaciones de todo tipo. Por eso, el documento emitido por la Comisión Nacional de la Independencia Judicial tiene un alto contenido institucional y político. Y todo esto es porque la Justicia dejó de ser sólo un Poder, y se transformó en un sector mediático porque hoy ocupa el centro del debate político del país.
La reacción de las distintas entidades y asociaciones que nuclean a quienes integran el Poder Judicial, es la prueba de que existen los resortes que muestran que la Justicia está dispuesta a defender su total independencia de los poderes políticos del Estado.
Esto constituye una mirada esperanzadora sobre el presente y el futuro, pero también conforma una mirada crítica.
¿Conflicto de poderes? Yo no lo definiría así. Existen instituciones que actúan desde su lugar de actuación. Son asociaciones que acompañan a la entidades de jueces y magistrados. Porque hoy el objetivo debe ser defender la institucionalidad del Poder Judicial.
Y este tipo de manifestaciones se hacen públicas sólo cuando existen amenazas, como viene ocurriendo en los últimos tiempos.
¿Qué reflexión final se puede hacer? Está claro que existen resortes que han funcionado y están funcionando adecuadamente.
Además, la Corte Suprema de Justicia de la Nación está actuando correctamente. Y desde los organismos e instituciones jurídicas están procediendo con cautela, rechazando todo tipo de presión contra la Justicia.
Está claro que sin un Poder Judicial independiente, no tendremos ni una República ni una democracia que merezca ser vivida por los argentinos.