NUEVA DELHI, India.- Cuando alguien está "poseído" por el juego, se sabe, es capaz de hacer cualquier cosa. Y un caso increíble se dio a conocer esta semana en el país indio, donde un adicto a los juegos de azar apostó a su esposa y, para su sorpresa, la perdió.
Pero la historia no termina allí. Porque quien ganó la partida fue, para su asombro, el hermano del desafortunado jugador, quien no dudó en reclamar el pozo, que incluía a la mujer.
No obstante, la mujer del ludópata se negó a cumplir con parte de la apuesta, la cual la obligaba a mantener relaciones sexuales con su cuñado. Ante esta situación, su esposo le propinó duros golpes, a modo de persuación, hecho que fue denunciado por la cónyugue a las autoridades policiales. De locos. LA GACETA ©