LONDRES, Inglaterra.- El 3 de diciembre de 1992, el ingeniero Neil Papworth logró enviar un texto desde su computadora hacía su teléfono móvil, un Orbitel 901. Aquel mensaje decía “Feliz Navidad”, aunque eso no era lo importante.
Una nueva forma de comunicación era posible, y su inventor jamás sospechó la popularidad que alcanzaría años más tarde. “Por entonces no tenía idea, solo estaba enviando un mensaje de texto del día. Ahora me doy cuenta y pensé: '¡Guau, fue algo grandioso!'”, dijo Papworth en una reciente entrevista a la cadena “Sky News”.
En aquel momento, era un muchacho de tan solo 22 años que trabajaba para la empresa de telecomunicaciones Vodafone. Sin darse cuenta, había abierto la puerta para una de las más grandes revoluciones en materia tecnológica de los últimos tiempos.
Sin embargo, a dos décadas de aquel hito, la industria de está en caída libre. Según un reporte de la agencia EFE, se estima que las operadoras dejarán de ganar cerca de 54 mil millones de dólares a través del negocio de SMS hasta 2016. Esto se debe al auge de aplicaciones nacidas en la era de los “smartphones” como WhatsApp, Spotbros o Viber, e incluso también por servicios de mensajería instantánea como Skype, Google Talk o MSN Messenger. LA GACETA ©