BUENOS AIRES/NUEVA YORK.- En un intento de frenar la sentencia del juez neoyorquino Thomas Griesa, inversores con bonos reestructurados argentinos por U$S1.000 millones, ingresaron hoy una moción de emergencia en una corte de apelaciones en Estados Unidos.

Paralelamente, el país busca jugar esta semana sus últimas cartas para desafiar el fallo judicial que puso en peligro todos los esfuerzos que realizó para poner punto final a su crisis de deuda del 2002 y que disparó temores a un nuevo incumplimiento.

Los inversionistas que tenían cerca del 93% de los títulos incumplidos, acordaron en el 2005 y el 2010 canjear esa deuda por papeles nuevos, aceptando un pérdida de capital grande. El fallo de Griesa consternó a estos inversores, que temen que el país del G20 entre en una cesación de pagos técnica sobre bonos reestructurados por alrededor de U$S24.000 millones. Es por esto que ingresaron esta noche una moción en la Corte de Apelaciones del Segundo Circuito buscando frenar la orden de Griesa.

La decisión del magistrado, en cambio, fue una gran victoria para los acreedores que no participaron, liderados por NML Capital Ltd y Aurelius Capital Management, que siguieron por diez años luchando en los tribunales para conseguir un reembolso total por sus papeles.

Si la demanda de Griesa para el pago de 1.300 millones de dólares en una cuenta de garantía es confirmada por un tribunal de apelaciones y Argentina se niega a pagar, los tribunales estadounidenses podrían embargar los pagos a los acreedores que aceptaron la reestructuración, por consideración a los que la rechazaron. (Reuters)