Como todos los domingos, María Celeste Mercante se levantó temprano para recibir la visita de su hijo, en su casa de pasaje O´Higginis 1.254, al sur de San Miguel de Tucumán. Mientras limpiaba y pensaba en el almuerzo con el que lo recibiría, observó un extraño movimiento en el dormitorio que aseaba.

Cuando se acercó, identificó un alacrán; a los segundos, apareció otro debajo de una cama, detrás suyo la sorprendió un tercero. Y a los pocos minutos se vio rodeada por más de 20 de estos arácnidos. Sin dudarlo, prácticamente huyó de la habitación. "No podía creerlo, sé que vivo en una casa antigua pero siempre está limpia. Me dio escalofríos ver a tantos alacranes juntos. Aún estoy impresionada", sostuvo, al borde de las lágrimas, por el desagradable recuerdo.

La mujer le contó a LA GACETA que antes del mediodía llamó a Defensa Civil de la provincia, pero no obtuvo una respuesta para su emergencia. "Una vez me atendió un muchacho y dos ves más tarde una señorita. Sin embargo, no me dieron una salida, lo único que me dijeron era que esperara a que se inicie la semana para recurrir a la Municipalidad de la capital. En definitiva, lo mismo que nada", se quejó.

La mujer agregó que cuando llegó su hijo, se animó a entrar al dormitorio. A los pocos minutos fue a un negocio cercano y regresó con un envase de creolina, que se utiliza para desinfectar galpones, gallineros y establos. "Esparcimos el líquido por toda la casa y al poco tiempo murieron los alacranes. Luego, los pusimos en recipientes para hacer una denuncia, ante la falta de respuestas", dijo. Indicó que ya acordó con un fumigador particular para que mañana vaya a su domicilio. La semana pasada, LA GACETA publicó una nota en la que revelaba que hay más alacranes porque faltan desinfecciones en Tucumán, con datos aportados por el Siprosa. LA GACETA ©