No existen agroquímicos seguros, sino formas seguras de utilizarlos. El cumplimiento de la reglamentación es el primer paso que se debe cumplir para lograr ese objetivo, opinó Liliana Bulacio.
El profesional, como el ingeniero agrónomo, puede recomendar el uso de agroquímicos; la compra de los mismos debe hacerse con receta agronómica. Además, los productores deben usar productos registrados en el Senasa y no otros.
Según explicó la especialista, los productos fitosanitarios poseen una clasificación toxicológica dictada por la Organización Mundial de la Salud. Cada uno exige diferentes precauciones a nivel manipuleo. Para saber cómo actuar ante cada producto, es vital "leer los membretes de los envases donde figuran el Grado de toxicidad, las precauciones de manipuleo y aplicación, y las condiciones de almacenamiento". Es importante destacar que "la prevención es la mejor herramienta para evitar riesgos".
"Una correcta aplicación de fitosanitarios está directamente vinculada a los elementos de protección que el operador debe usar, al buen estado de los equipos de aplicación y al respeto de los tiempos de cada producto", señaló.
Los elementos de protección evitan que el operador tenga contacto con los activos de los productos, y deben usarse todos juntos: máscara, botas, guantes y traje. El conjunto de piezas es lo que protege, ya que las vías de penetración de los fitosanitarios pueden ser: dérmica o de contacto, inhalatoria, u oral / digestiva. Pero también pueden ingresar vía ocular o a partir de heridas abiertas que permiten el ingreso del tóxico al organismo vía intravenosa, intramuscular o subcutánea. Además, la especialista recomendó no comer, beber o fumar durante el manipuleo de fitosanitarios, que aunque parezca obvio, en la práctica no lo es.