Desde hace bastante tiempo que la Dirección de Agricultura ha encarado  la modificación del Decreto Reglamentario de la Ley de Agroquímicos que actualmente tiene la Provincia de Tucumán, un trabajo que lo viene haciendo la Comisión Fitosanitaria Provincial, integrada por INTA, Senasa, Ciayzt (Colegio de Ingenieros Agrónomos y Zootecnistas de Tucumán), Eeaoc y FAZ (Facultad de Agronomía y Zootecnia de la UNT).
Ya se trabaja en los puntos finales y en colaboración permanente. La ingeniera Liliana Bulacio, que es docente de la cátedra de Terapéutica Vegetal de la Facultad de Ciencias Agrarias de Rosario, pertenece a la Comisión Fitosanitaria del Colegio Provincial de Santa Fe y a la de FADIA (Federación Argentina de la Ingeniería Agronómica), y especialista en Manejo de Agroquímicos y en Higiene y Seguridad, disertó la semana pasada en la sede del Colegio de Ingenieros Agrónomos.
La profesional destacó las dificultades de las normativas vigentes en Santa Fe y planteó su óptica de lo que se está elaborando, a nivel nacional sobre agroquímicos, a fin de pulir lo que hasta ahora se ha elaborado para la modificación del reglamento provincial.
Debemos saber que, a nivel provincial, existe una infinidad de leyes y resoluciones que "reglamentan" el uso de agroquímicos, pero "a nivel nacional no existe nada que englobe a estas disposiciones y que tengamos una sola línea de aplicación". Las leyes en las diferentes provincias tienen su propia autonomía y su aplicación dentro del territorio provincial, pero existe el movimiento y la compra y aplicación de una provincia a otra y no hay nada (ley ni normativa) que tenga presente esto.
"Debemos tener una ley nacional que vincule a todas de alguna manera, y que no existan claroscuros en la aplicación de la ley", opinó. Esta ley debe tener en claro y respetar los convenios interjurisdiccionales que existen, y que deben seguir apareciendo entre las provincias limítrofes, dijo.
Deben participar todos los actores vinculados al uso de agroquímicos, que participen todas las provincias y que la presencia del Senasa sea permanente. "Nos hace falta una ley nacional armónica y abarcativa y que sea reglamentada con una regulación completa y eficaz", consideró. Esta es una ley que deben tenerlas todas las provincias, donde "el papel del ingeniero agrónomo es fundamental en todo lo referido a la aplicación de las leyes y a su cumplimiento". Este profesional tiene que ser responsable del uso y aplicación de los productos en todo momento, afirmó. La salud de los trabajadores y de la población depende de una correcta aplicación y, para ello, debe respetarse y cumplirse lo que la reglamentación dispone.

La receta adecuada
Existen muchas herramientas que la ley tiene, que deben ser cumplidas y ser de fácil aplicación.
Un elemento importante es la "Receta de Agroquímicos", ya que si es bien utilizada nos permite reducir la contaminación, a través de la aplicación de los conocimientos técnicos sobre uso y aplicación y, a la vez, hace asumir la responsabilidad que le corresponde al que firma, como al que utiliza luego los productos recetados.
Las recetas deben ser claras, precisas, concisas y coherentes, y deben ser realizadas en las visitas que hace el profesional al campo y no desde un teléfono u oficina.