TEL AVIV/GAZA.- Habitantes de la Franja de Gaza y de Israel hicieron ayer balance de ocho días de violencia, tras la primera jornada del cese el fuego pactado en Egipto el miércoles, que se cumplió sin incidentes. Y la síntesis de la operación militar Pilar de la Defensa es trágica: 164 palestinos y seis israelíes muertos (un militar herido falleció ayer); 1.100 heridos en Gaza y 219 en Israel, y 1.500 objetivos golpeados en suelo palestino y casi el mismo número de cohetes lanzados hacia territorio israelí.

Es difícil obtener cifras fiables sobre la cantidad de civiles y milicianos palestinos muertos. Samir Zaquot, del organismo de derechos humanos Al Meezan, dijo que sólo un tercio de las víctimas eran combatientes.

El vocero del Ministerio de Salud del Gobierno de Hamas, Ashraf Al Qedra, detalló que el 45% de los fallecidos eran mujeres, hombres de más de 55 años, y adolescentes y niños menores de 18 años. Pero es demasiado pronto para estimar la dimensión de los daños materiales en la zona, donde 10.000 personas abandonaron sus hogares .

Israel destacó que los daños en su territorio son mínimos, gracias al "enorme éxito" del sistema antimisil Iron Dome (Cúpula de Acero): sólo 58 cohetes cayeron en zonas pobladas; 875 lo hicieron en áreas abiertas; 152 erraron su objetivo; y de los 479 restantes, 421 fueron derribados por las baterías (el equipo costó entre U$S 25 y 30 millones y tuvo una efectividad del 87%).

Los líderes de los dos bandos se atribuyen el éxito de la tregua y de las acciones bélicas. El ministro de Defensa israelí, Ehud Barak, aseveró que los bombardeos "lograron su objetivo en su totalidad", ya que destruyeron miles de cohetes, lanzacohetes, centros de comando y escondites; mataron a unos 30 líderes militares rivales de alto rango; reforzaron el poder de disuasión y causaron un "doloroso golpe" a los grupos armados palestinos (Hamas y Yihad Islámica).

El referente de Hamas, Jaled Meshal, tiene una visión totalmente opuesta. Consideró que la "entidad israelí" sufrió una "derrota táctica" al ceder a "las condiciones de la resistencia palestina"; aseguró que los ataques no dañaron "las infraestructuras", sino que mataron a niños y destruyeron edificios residenciales, mediáticos y oficinas gubernamentales; y que en el acuerdo logró relajar las restricciones israelíes al movimiento de bienes y de personas a través de los pasos fronterizos de la Franja de Gaza. Pero el acuerdo menciona vagamente la necesidad de debatir esa cuestión durante la tregua, y se centra en que las partes deben cesar "todas las hostilidades".

La organización Hamas emerge de la ofensiva con prestigio y "abrazado por todo el mundo árabe", advirtió Amnon Abramovich, veterano periodista del Canal 2 israelí, en fuerte contraste con lo ocurrido en la ofensiva israelí de hace cuatro años, cuando el grupo fue aislado internacionalmente y nadie predecía la Primavera Árabe. (DPA)

AYUDA ALEMANA.- Alemania enviará una nueva partida de ayuda humanitaria con suministros médicos de urgencia por casi U$S 2 millones a la Franja de Gaza, donde la situación de la población "dista mucho de ser normal y para que haya verdaderas perspectivas de vida que permitan una convivencia pacífica", dijo el ministro de Exteriores, Guido Westerwelle.

REAPERTURA.- En la Franja de Gaza volvieron a abrir ayer los comercios, mientras que las calles se llenaron de vecinos que manifestaron su júbilo por la paz. Vehículos con insignias del grupo Hamas y militantes armados circulaban con altavoces en los que difundían mensajes nacionalistas y triunfalistas sobre Israel. Salvo cinco cohetes lanzados por grupos armados islamistas en los primeros minutos de la tregua (sin reacción desde Israel), no hubo otros ataques.

RUGBY.- "La gente nos llama los locos de la paz. No pueden creer que vinimos por nuestros propios medios, sólo para que chicos de los dos países jueguen al rugby", dijo el argentino Juan Bautista Segonds, presidente de la ONG Rugby Sin Fronteras, que organizó para hoy un partido entre jóvenes de ambos pueblos en Jerusalén.