SAN PABLO.- El gobernador de San Pablo, Geraldo Alckmin (foto), confirmó ayer la salida del cargo del secretario de Seguridad Pública, Antonio Ferreira Pinto, ante la incontrolada escalada de violencia que, desde octubre, dejó más de 200 muertos, negocios destrozados y cientos de vehículos incendiados en el Estado más rico y políticamente poderoso de Brasil. El mandatario aclaró que fue Ferreira Pinto quien renunció al cargo que ocupaba desde 2005, y agradeció su labor; en su reemplazo, nombró al fiscal público, Fernando Grella. "Reconocemos las dificultades que estamos enfrentando y vamos a duplicar nuestro trabajo", afirmó Alckmin, al aludir a la lucha contra la organización criminal Primer Comando de la Capital (PCC), que es respaldada por la presidenta, Dilma Rousseff. El proyecto de cooperación contempla intensificar la vigilancia militar en las carreteras de acceso a San Pablo; la transferencia a penales de otros Estados a los líderes del PCC y el estrechamiento de la coordinación entre las agencias de inteligencia federal y paulista. (DPA)
Dimite el secretario de Seguridad de San Pablo por los asesinatos