Rockeros, jazzistas, pianistas o guitarristas de concierto -y en general todos los músicos que tocan instrumentos- están expuestos a sufrir patologías propias de su profesión. Afectan sobre todo las manos (por las digitaciones rápidas o los cambios bruscos de estilo), pero también otras partes del cuerpo debido a la postura incorrecta o a la inapropiada colocación del instrumento que ejecutan (flauta, guitarra, violín, etc.).
Las dolencias más comunes son los llamados síndromes por sobreuso. Los movimientos repetitivos de los miembros superiores generan lesiones nusculotendinosas que -si no son tratadas y luego prevenidas- provocan gran incapacidad para tocar el instrumento y realizar las actividades de la vida diaria. Muchas de ellas pueden llegar a ser incurables y generan el fin de la carrera de un artista. Una de las más comunes es la llamada tendinitis: consiste en la inflamación de los tendones (comúnmente del bíceps) cuyo origen se encuentra en las digitaciones rápidas. La inflamación del tendón también puede deberse a una dolencia reumática o infecciosa. Quienes frecuentemente sufren tendinitis son los instrumentistas de cuerda (pianistas, guitarristas, bajistas, chelistas, etc.) y de viento en general: flautistas y trompetistas, por ejemplo.
"En un año, la consulta médica de los músicos instrumentistas del país aumentó un 600% debido a distintas lesiones", informó la doctora Adriana Pemoff, presidenta de la fundación Las Manos del Músico y miembro titular y ex presidenta de la Asociación Argentina de Cirugía de la Mano. La fundación se dedica a diagnosticar, prevenir y tratar las patologías de las manos del músico.
Desórdenes funcionales
Pemoff celebra que los músicos estén tomando conciencia acerca de que su desempeño es similar al de los deportistas de alto rendimiento, y que ante cualquier dolencia concurran a la consulta del especialista.
"Los músicos ejecutan movimientos complejos con gran velocidad y precisión. Hasta no hace mucho, los desórdenes funcionales de las manos del músico eran menospreciados por desconocimiento de las patologías que los aqueja y de los tratamientos que tienen", explicó Pemoff.
Hablan los números
Las cifras difundidas por la fundación indican que la consulta médica de los músicos instrumentistas está aumentando progresivamente. Entre julio de 2010 y julio 2011 recibieron asistencia especializada 50 músicos que consultaron por primera vez y 70 que necesitaron atención por segunda vez (120 consultas en un año).
Desde agosto de 2011 al mismo mes de 2012, médicos especialistas atendieron por primera vez 309 músicos, y por segunda vez 471 (780 consultas en el último año).
"Los músicos -reflexiona la doctora Pemoff- tienen una profesión altamente competitiva y están librados a su propia suerte. Podríamos decir que son deportistas emocionales que deben tener un estado óptimo para poder mover los dedos a velocidades sorprendentes e inesperadas" .
Al tocar, la postura impacta en todo el cuerpo porque todos los segmentos osteoarticulares son interdependientes: los movimientos que se realizan fuera de la posición de reposo provocan reacciones alejadas en el esqueleto. Las principales lesiones del músico son musculares, tendinosas y articulares. Algunos padecen distonías de función, afección neurológica que se manifiesta con la pérdida del control voluntario de algunos movimientos. El genial Robert Schumann, compositor alemán de la época del romanticismo, sufrió esta enfermedad.