Respetado y admirado aún por las hinchadas rivales en su paso por River, Enzo Francescoli ha dejado una huella indeleble en la historia del club de Núñez. Hoy, "El Príncipe" está cumpliendo 51 años. Nació en la capital uruguaya el 12 de noviembre de 1961 y el comienzo de su fulgurante carrera fue en Montevideo Wanderers (1978), donde ya dejaba entrever su excelsa calidad técnica y al cabo de cuatro temporadas dejó su país natal para realizar su primera experiencia en el extranjero.

Por entonces ya era infaltable en cada convocatoria de la selección "celeste" y River, que venía siguiendo sus pasos, lo incorporó en el '83, uno de los peores años deportivos del equipo de la "banda roja" como consecuencia de conflictos con sus jugadores profesionales. Curiosamente, casi coincidiendo con la llegada de Francescoli al club, por aquella razón se alejaba una figura de calibre, como Ubaldo Matildo Fillol. Después, empezaría a ganarse el corazón de la grey riverplatense que lo convirtió en ídolo y en la temporada 1985-86 gana el primero de los seis títulos conquistados con el equipo incluida una Copa Libertadores.

El 12 de febrero de 1986, en un amistoso disputado en Mar del Plata entre River y el seleccionado de Polonia, Francescoli anotó tres goles, uno de ellos de antología. River perdía 4-2 contra los europeos, empató el partido y sobre el final, el uruguayo logró un gol memorable. En el área rival, bajò la pelota con el pecho y con una chilena espectacular, clavó la pelota en un ángulo. "Un himno al futbol: Histórico gol de Francescoli", tituló entonces en su portada la revista "El Gráfico".

Paseó también su clase por Francia (Racing y Olympique de Marsella, campeón y mejor jugador del torneo) y por Italia (Cagliari y Torino). Con Uruguay ganó un Sudamericano Juvenil y tres veces la Copa América. Convirtió 244 goles en su trayectoria como profesional. Un auténtico crack que, a sus dotes futbolísticas, le adosó su señorío personal, lo que le valió ser reconocido entre los más grandes del planeta fútbol. LA GACETA ©